Nuestros niños menores de cinco años y en especial los menores de dos, podrían estar expuestos a altos riesgo de presentarse complicaciones graves relacionadas con la influenza. La vacuna contra la gripe o influenza da la mejor defensa contra ese mal y las posibilidades de presentar sus consecuencias graves, con el adicional de que puede reducir su propagación y así evitar el contagio de los demás. Es un hecho demostrado que esta vacuna reduce los casos de influenza, las consultas médicas, el ausentismo escolar y laboral y el riesgo de hospitalizaciones relacionadas con la influenza y los casos de muerte en niños.

Se realiza ese acotamiento por la vulnerabilidad de los menores pequeños, pero, la temporada de gripe viene acercándose de manera impostergable y los profesionales de la medicina desean que todos, absolutamente todos los niños estén vacunados, con el agravante de que también se está luchando con la pandemia de coronavirus.

No es bueno pensar que, si los niños vienen realizando su aprendizaje de forma remota, la vacuna sea innecesaria este año, muy por el contrario.

“El hecho de que su hijo esté aprendiendo de forma remota no significa que la influenza se esté moviendo de forma remota. Todavía está en la comunidad. No es solo en las escuelas”, aseguró Frank Esper, MD, un especialista en enfermedades infecciosas pediátricas en Cleveland Clinic Children’s. “Está en las tiendas, en los parques y en las personas que te rodean. Por lo tanto, aún esperamos que la influenza pase de una persona a otra y de un lugar a otro”.

Con la vacuna contra la gripe, es muy importante para reducir la cantidad de hospitalizaciones este otoño e invierno y evitar el colapso de nuestro sistema de atención médica, que ya está lidiando con COVID-19.

La temporada de gripe es inevitable, pero existe la posibilidad que no sea tan mala, en estos tiempos, porque las personas ya están siguiendo los protocolos de distanciamiento social y el uso máscaras debido al coronavirus, manifestó Esper.

Dijo además que los niños menores de 2 años tienen mayor posibilidad de contraer la gripe y que podrían infectar a niños sanos de cualquier edad y, a veces, provocar complicaciones graves.

“Si recibe la vacuna, es mucho menos probable que lo hospitalicen”, dijo Esper. “Por lo tanto, puede que no le impida contraer la gripe, pero sí evita que termine necesitando oxígeno, que termine siendo hospitalizado o, más aún, que vaya a la unidad de cuidados intensivos”.

Finalizó el médico haciendo del conocimiento público, que los niños a partir de los 6 meses deberían vacunarse contra la influenza. Agregando que ambos tipos, inyecciones y atomizadores nasales, son aceptables.

Hay que tener mucha precaución ya que la influenza es mucho más peligrosa para los niños que el resfriado común. Cada año, millones de niños contraen la influenza estacional, miles de niños son hospitalizados y algunos incluso mueren a causa de la influenza. Los niños suelen necesitar atención médica a causa de la influenza, especialmente los niños menores de 5 años de edad.

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