Guatemala, 6 feb (EFE).- Los presidentes de los dos principales puertos de Guatemala, Santo Tomás de Castilla y Puerto Quetzal, admitieron hoy que aún prevalece la existencia de mafias, armas y drogas en las aduanas, pero afirmaron que han mejorado la seguridad y los controles de los espacios y procesos.
“No se puede negar que hay armas y drogas. Son poderes que han estado durante décadas en el país y no somos la excepción”, comentó a Efe el presidente de la Empresa Portuaria Nacional, Byron Monterrosa, quien tiene a su cargo el puerto de Santo Tomás de Castilla, en el nororiental departamento de Izabal (Mar Caribe).
Sin embargo, Monterrosa, quien llegó al cargo en julio de 2017, mencionó que ha cumplido con procesos que han disminuido las irregularidades, como la instalación de un circuito de cámaras, muros perimetrales y “mejora en los controles”, lo cual ha reducido “el riesgo de que las portuarias sean cerradas”.
En agosto pasado, el exsuperintendente de Administración Tributaria Juan Solórzano Foppa había “amenazado” con cerrar la sociedad portuaria porque prevalecían las mafias, las cuales gozaban de ausencia de controles y poca colaboración de las autoridades con los requisitos que solicitaba la Hacienda guatemalteca.
Pero ahora, asiente Monterrosa, “las instituciones dentro de la Portuaria como los ministerios de Agricultura, Salud y Gobernación (Interior), así como Hacienda tienen mayor y mejor control y pueden ver en tiempo real lo que sucede en las instalaciones, lo que se traduce en mayor seguridad”.
Al igual que Santo Tomás de Castilla, la Empresa Portuaria Quetzal, ubicada en Puerto San José, aún tiene pendiente la instalación de “controles de revisión no intrusiva (rayos x)”, los cuales “incluso ya son requisitos del socio comercial más grande de Guatemala, que es Estados Unidos”, afirmó Monterrosa.
Por su parte, el presidente de Portuaria Quetzal, Bernardo López, aseguró que desde agosto a la fecha lograron superar “la mayor parte de las carencias” y que igualmente han instalado “cámaras, personal especializado, cierre de puertas”, lo que ha mejorado la seguridad.
“En el tema de drogas y armas, he visto que los decomisos de drogas se minimizaron y solo recuerdo un contenedor que contenía armas y fue incautado el año pasado”, agregó.
López aseguró que la instalación de rampas en la vecina Terminal de Contenedores Quetzal, operada por la holandesa APM Terminals, “le bajó el negocio a los criminales, lo cual seguramente los tendrá muy enojados”.
Según comentó este martes el superintendente interino de la Administración Tributaria, Abel Cruz, la recaudación de ingresos de Puerto Quetzal en 2017 fue de 5.689 millones de quetzales (775,06 millones de dólares), mientras que en Santo Tomás de Castilla se contabilizó 2.144,8 millones de quetzales (292,2 millones de dólares).

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