Miami, 6 dic (EFEUSA).- La supermodelo estadounidense Cindy Crawford y el chef español José Andrés charlaron hoy sobre cocinas, gastronomía y vida sana en un acto en Miami Beach organizado por la marca española Silestone, en el que ella reveló que a la hora de comer le gusta “probar de todo”.
Fiel a su estilo elegante pero a la vez sencillo, Cindy Crawford lució un vestido rojo de línea recta que resaltaba su buena figura en este tercer acto en el que participa en Norteamérica como imagen mundial y embajadora global de Silestone, marca líder en superficies de cuarzo para decoración y diseño, integrada en el grupo Cosentino.
Ella y José Andrés, considerado un embajador de la gastronomía española por el mundo y especialmente, Estados Unidos, donde se hizo popular a través de la televisión y posee numerosos restaurantes en ciudades de todo el país, Miami incluido, conversaron informalmente desde un escenario ante los invitados a una cena ofrecida por Cosentino en el restaurante Tatel de Miami Beach.
Animados por un tequila especial, ambos hablaron en inglés de sus respectivas casas y de cómo es el espacio dedicado a la cocina.
José Andrés, que, según dijo a Efe antes del acto había coincidido antes con Crawford pero no se habían tratado hasta hoy, contó que su hogar en Washington es “una cocina que sucede que es una casa”, pero dijo que la que manda en ese territorio es su mujer.
También contó que vive en “minoría” pues es el único hombre en una casa con cuatro mujeres -su esposa y sus tres hijas- y que el sentirse minoritario es algo que le acompaña por ser un “inmigrante” en Estados Unidos.
Más tímida que él, Crawford contó que su cocina no es tan grande y dijo que siguiendo lo dicho por José Andrés, en su caso sería un armario que es una casa por su interés por la moda.
Sobre sus gustos culinarios señaló que como se crió en el Medio Oeste donde la cocina es básica y nada variada, cuando conoció el mundo por su carrera empezó a “probar de todo” y que en su casa le gusta reunirse en la cocina con su familia y hornear algún pastel.
El director ejecutivo del grupo para Norteamérica, Eduardo Cosentino, fue el anfitrión de una velada en la que también hubo música y buena comida española.
José Andrés elogió al restaurante Tatel y a su chef, pese a ser la competencia de sus restaurantes en Miami, y se fotografió con el cortador de jamón ibérico que estuvo presente antes de la cena.
El grupo Cosentino, dedicado a la producción y distribución de superficies para el mundo de la arquitectura y el diseño, cuenta con implantación en 32 países y posee filiales o activos propios comerciales en 29 de ellos.
Sus productos de distribuyen en 80 países y en Brasil está su única fábrica fuera de Almería (sureste de España), donde el grupo tiene su sede central.
La multinacional inauguró el mes pasado en Coral Gables, ciudad aledaña a Miami, su nueva sede para el continente americano en la que ha invertido más de 2,5 millones de dólares.

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