Por Javier Machado
Cuando Ariel Acosta llegó de Cuba con solo 23 años en 1999, nunca pensó estudiar finanzas y mucho menos que estuviera incluido en la selecta lista de los cinco oficiales de préstamo de mayor cantidad de casos cerrados en el área de bienes raíces de la compañía CMG Financial, con presencia en toda la geografía norteamericana y donde laboran un sin número de experimentados prestamistas.
Pero detrás del éxito, existe una historia de sacrificio y amor, como los grandes largometrajes de la pantalla grande.
“Cuando nuestro jefe nos comunicó que habíamos ocupado el quinto lugar nacional en el mes de septiembre, la noticia llenó de júbilo a los compañeros de trabajo y a nuestra familia, porque sabemos que muchas personas, especialmente hispanas, logran alcanzar sus sueños con nuestra ayuda” fueron las primeras palabras de Acosta.
Estudiante primero del Florida State College de Jacksonville (FSCJ), y luego de ser seleccionado Doble Major en Finanzas y Servicios Financieros en la Universidad del Norte de la Florida (UNF) comenzó a trabajar para la compañía CMG Financial donde se desempeña como ‘oficial de préstamos hipotecarios’, formando dupla de trabajo con su esposa Kenia.
“Llegué al lugar correcto en el momento oportuno, porque la cultura de esta entidad es excelente. No fue lo que yo soñé hacer en la vida, pero es lo que ahora me hace feliz. Cuando años atrás hacia trabajos duros, soñaba con desempeñarme en algo que me diera satisfacción y que en las mañanas tuviera deseos de salir para mi trabajo”
Alegría y profesionalismo
El manager regional de ventas de CMG Financial, Mr Jason Eggen, quien tiene sus oficinas en el 7880 Gate Parkway en Jacksonville, expresó con pocas palabras lo que significa el dueto para la compañía. “Ariel y Kenia son la justa encarnación de un equipo profesional. Ellos trabajan incansablemente para garantizar una experiencia fenomenal para los clientes y los socios de referencia, además, la pareja irradia alegría en todo momento, lo que hace un placer tenerlos a nuestro alrededor. Siempre son positivos y buscan formas de auto superación para mejorar laboralmente”. Finalmente el señor Eggen enfatiza ¡No podemos estar más felices teniéndolos como parte de nuestro equipo de trabajo!
Por su parte la pareja de agentes de bienes raíces, Jerry y Violeta Ortíz de la compañía Florida Homes Realty &Mortgage están muy satisfechos con el trabajo de la dupla Acosta. “Llegamos a ellos hace alrededor de un año gracias a un cliente y como la experiencia fue tan satisfactoria y profesional al ejecutar el cierre en tiempo record, nos casamos con ellos, al extremo de que canalizamos todos nuestros casos a través de este team bilingüe”, expresaron.
Historia de sacrificio
Ariel abandonó los estudios de ingeniería agrónoma en el último semestre de la universidad, como estrategia para poder emigrar a Estados Unidos después de ganar la Lotería Internacional de visas. Las autoridades cubanas obligan a los recién graduados a cumplir 5 años de trabajo social. “Yo soñaba con ser un hombre libre, mis padres reunieron el dinero para pagar el pasaje y una prima me regaló diez dólares, que fue lo que traje en el bolsillo”, recuerda Ariel.
Después de unos meses viviendo en Miami llegó a Jacksonville donde consiguió trabajo ayudado por la agencia de Los Luteranos. Realizó varios trabajos a la vez empeñado en solventar su situación económica y cumplir la promesa a su novia. “Yo estaba decido a salir adelante. El trabajo más estable fue con la Toyota, compañía que me ayudó a pagar mis estudios” enfatiza.
Con solo 10 dólares.
Al partir hacia Estados Unidos, el joven dejó atrás a toda su familia incluida su novia. Había conocido a la hermosa Kenia Romero en el preuniversitario, pero no fue hasta la Universidad cuando prendió la llama del amor entre los jóvenes. Él le juró fidelidad y que haría cualquier cosa por rencontrase y ella le prometió que lo esperaría.
Al cabo de años, y con el esfuerzo de su trabajo, Ariel logró pagar el viaje de su amada a España. Supuestamente allí debía estar solo siete días, pero la espera duró más de un año. Estuvo detenida varias veces en España, Francia y finalmente en Islas Vírgenes, donde convivió con asesinos en una cárcel. Tiempo después logro llegar a Jacksonville donde finalmente pudieron estar juntos.
Hoy Ariel cuenta esas historias con orgullo pues el sufrimiento de esos días le dio la fuerza para salir adelante y convertirse en el hombre exitoso que es hoy.