Washington, 16 ene (EFE).- Estados Unidos congeló hoy más de la mitad de su contribución a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos y pidió al resto de países “ricos” que aporten más, cumpliendo así en parte la amenaza del presidente, Donald Trump, que puso en alerta a la comunidad internacional.
El Departamento de Estado envió hoy una carta a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en la que se compromete a aportar 60 millones de dólares en los próximos días, pero informa de que ha congelado 65 millones de dólares adicionales a la espera “de una valoración futura”.
Esos 65 millones son más de la mitad del total de 125 que se esperaba que Estados Unidos entregara a la UNRWA el 1 de enero de este año y el Departamento de Estado no especificó hoy qué reformas debe hacer la agencia para recibir la cantidad congelada.
La portavoz de Exteriores, Heather Nauert, intentó dar la vuelta a la información diciendo que EE.UU. al menos no ha cortado totalmente su ayuda a la agencia como se especulaba en los últimos días en varios reportes de prensa.
Los analistas consideran esta decisión una victoria del secretario de Estado, Rex Tillerson, sobre la embajadora en la ONU, Nikki Haley, ya que él abogaba por no retirar toda la ayuda, mientras que ella quería eliminarla completamente como castigo al rechazo expresado por la Autoridad Palestina a la política de Trump en la región.
Estados Unidos también está molesto por el voto de diciembre en la ONU en el que se evidenció su soledad en la controvertida decisión de reconocer Jerusalén como la capital de Israel y trasladar allí su embajada: 128 países lo condenaron y solo 9 le apoyaron.
El temor a que Estados Unidos cortara totalmente sus fondos a la agencia surgió a raíz de un mensaje en Twitter que escribió Trump el pasado 2 de enero.
“Pagamos a los palestinos CENTENARES DE MILLONES DE DÓLARES al año y no recibimos ni agradecimiento ni respeto. Ni siquiera quieren negociar un tratado de paz con Israel esperado hace mucho tiempo”, afirmó entonces el presidente.
“Con los palestinos no queriendo hablar más de la paz, ¿por qué deberíamos hacerles estos pagos futuros masivos?”, agregó, un comentario que hizo saltar las alarmas en la comunidad internacional.
La portavoz del Departamento de Estado aseguró hoy que esta medida “no pretende castigar a nadie” y que lo que busca el Gobierno estadounidense es que otros países aumenten su contribución, ya que en los últimos años EE.UU. ha aportado el 30 % del presupuesto de la agencia.
“Hemos sido, en el pasado, el mayor donante de la UNWRA. Nos gustaría que otros países, de hecho, otros países que critican a Estados Unidos por lo que ellos creen que es nuestra posición respecto a los palestinos, den un paso adelante y ayuden con la UNWRA”, indicó Nauert.
“Pedimos a otros países que hagan más, como hemos hecho con la OTAN”, agregó, en referencia a la posición que mantiene Trump desde la campaña presidencial de denunciar que Estados Unidos hace una aportación desproporcionada en los organismos multilaterales y que el resto de naciones deben compartir costes.
La razón que dio el Departamento de Estado para no cortar completamente su aportación a la UNWRA es que si lo hacían “se corría el riesgo de que la organización se quedara sin fondos y que las entidades -que trabajan con ese dinero- tuvieran que cerrar”.
Los 65 millones, insistió Nauert, están “congelados”, es decir, “no han sido cancelados”, sino que se suspenden en espera de una “evaluación futura”.
Estados Unidos ya tiene personal en el terreno revisando las actividades de la agencia y cómo se gasta el dinero, apuntó.
En 2016, según los últimos datos públicos de la ONU, el país norteamericano contribuyó con 152 millones de dólares al “presupuesto programa” de la agencia, 39 millones más que el segundo donante, que fue la Unión Europea.
Pero en total, incluidos otros fondos que no están en el “presupuesto programa”, Estados Unidos aportó 368 millones de dólares frente a los 159 de la Unión Europea.
“Es tiempo para que otros países, algunos de los cuales son bastante ricos, hagan su parte para mejorar la seguridad y estabilidad regional”, explicó hoy a Efe un alto funcionario del Gobierno.
Antes de que se confirmara esta información, el secretario general de la ONU, António Guterres, admitió estar “muy preocupado” por la posibilidad de que Estados Unidos recortara su financiación a una agencia que considera un “importante factor de estabilidad” en la región.
La UNRWA, que comenzó a operar en 1950, atiende a más de cuatro millones de refugiados palestinos en los territorios ocupados por Israel, en Jordania, en Siria y en el Líbano, y asiste sobre todo en materia de salud y educación.

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