Houston (EE.UU.), 22 feb (EFE).- El Informe ofrecido por la revista especializada “Sports Illustred” sobre el presunto acoso sexual a las mujeres que se han dado dentro de la organización de los Mavericks de Dallas durante los últimos 15 años no ha tenido hasta el momento ninguna repercusión de las estrellas de la NBA a través de las redes sociales.
Después de toda la exposición que tuvieron el pasado domingo, en Los Angeles, estrellas como Lebron James, Stephen Curry y Kevin Durant, en cuanto a su reivindicación de ser más que “deportistas”, se espera que tengan algo que decir del ambiente tóxico, discriminatorio y machista, plagado de presunto acoso sexual, que ha sido denunciado dentro de un equipo de la NBA.
Los que conocen muy bien el mundo interno de la liga, equipos y comportamiento de los jugadores fuera del campo, siempre han hablado de la necesidad de trabajar y valorar aspectos “delicados” como el que ahora ha surgido con el ambiente laboral hostil que se daba en la sección administrativa de los Mavericks y que ha sido denunciado.
El extenso reportaje de investigación de “Sports Illustred” señala directamente al expresidente de los Mavericks, Terdema Ussery, como el máximo responsable de las presuntas acciones ilegales y sistemáticas que se dieron bajo su gestión.
Otro protagonista del ambiente de trabajo viciado dentro de la organización de los Mavericks fue el ya exresponsable de su página de internet, el periodista Earl K. Sneed, al que se le relaciona por sus repetidos casos de violencia doméstica.
Mientras el dueño de los Mavericks, el multimillonario Mark Cuban, ha negado “categóricamente” que tuviese conocimiento del ambiente que se vivía en el ámbito laboral de la gestión de Ussery y al exjefe de Recursos Humanos, Buddy Pittman, quien fue despedido nada más publicarse el informe periodístico.
Sin embargo, los que conocen el protagonismo y la presencia exagerada y permanente que Cuban ha tenido dentro del equipo desde que lo compró, en consideran que era casi “imposible” que no estuviese al tanto de las denuncias y comentarios internos que se daban sobre el comportamiento de Ussery y Sneed.
Sobre todo porque el propio Cuban reconoció que había ayudado personalmente a Sneed a superar sus “problemas” personales y ahora ha reconocido que se equivocó al no haberlo despedido antes.
También Cuban confirmó que ya se ha ordenado una investigación que será realizada por la firma de abogados Krutoy Law, con sede en Nueva York y que está encabezada por Evan Krutoy, su fundador, que se desempeñó como fiscal en la Oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan durante más de 20 años, incluyendo un período como el jefe adjunto de Buró de la Unidad de Delitos Sexuales.
A la espera que se culmine la investigación independiente, los que también han dado a conocer su posición sobre las acusaciones que pesan en su contra en el reportaje del “Sports Illustred” han sido Ussery, de 59 años, y Sneed.
“Estoy muy decepcionado con las fuentes anónimas que han realizado esas acusaciones falsas contra mí. Durante mi etapa en los Mavericks, mi conducta fue íntegra y de empatía con mis compañeros”, ha afirmado Ussery tras conocer las acusaciones hacia su persona.
Tras abandonar de forma voluntaria a los Mavericks durante el receso del verano del 2015, Ussery se integró en la compañía de rompa y calzado deportivo estadounidense Under Armour.
Pero tras permanecer menos de dos meses en su nuevo empleo, lo dejó, sin que se conozcan las causas reales de su salida, que de manera oficial fue debido a una reestructuración empresarial, pero otros consideran que pudo estar motivada por la conducta personal que mostró con las mujeres que tenía de compañeras.
Por su parte, Sneed también dio a conocer a través de un comunicado su versión de los hechos que lo involucran en el informe periodístico.
“Si bien ambas instancias descritas en el informe son condenatorias y el lenguaje utilizado no es preciso, las dos relaciones descritas no son algo de lo que me enorgullezco haber sido parte”, escribió Sneed en la declaración. “Recibí mucha orientación después de ambas situaciones, bajo la dirección de Buddy Pittman, y siento que crecí de esa asesoría”.
Sneed también dijo que “firme un contrato que establece que no tendré contacto uno a uno o confraternizaré con empleadas después de la incidente descrito incorrectamente con mi compañera de trabajo, que era una novia interna. Cumplí con los detalles de ese contrato durante cuatro años y recibí asesoramiento durante ese período para evitar instancias futuras”.
Sneed reitera el agradecimiento a Pittman “por ayudarme a crecer durante ese tiempo”, y Cuban “por su disposición para ayudar a que se me pudiera facilitar ese crecimiento en mi comportamiento personal”.
Ángel López

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