La gordura y el alto consumo de azúcar deterioran la memoria y al elevado consumo de grasas saturadas se le vincula con ciertos tipos de demencia.
Son muchos los estudios en todo el mundo que relacionan la obesidad con alteraciones directas en el cerebro y sobre todo, llevar una vida con sobrepeso acentúa los efectos negativos que produce en ciertas funciones del conocimiento como es el caso de la memoria y el aprendizaje. Dichos estudios señalan que la obesidad es una de las enfermedades más graves de salud, padeciéndola en la actualidad alrededor de 600 millones de personas en el mundo, por lo cual, es tema al que hay que prestarle la máxima atención.
Las funciones cerebrales pueden verse afectadas a causa del exceso de peso, porque interviene en la expresión y funcionamiento de determinados genes relacionados con la memoria, esto ocurre porque deteriora la zona del hipocampo, ya que mata a las células nerviosas y dificulta la comunicación entre neuronas.
Así mismo, un consumo alto de azúcar se relaciona directamente con serias consecuencias como el aumento de peso; pero, al analizar la lista de sus efectos negativos, el más graves es que produce una baja considerable en el rendimiento intelectual, esto ocurre porque causa una reacción conocida como hipoglucemia reactiva, la cual sobresale por afectar al hipocampo, encargado de regir la concentración mental.
Por lo tanto, es muy importante mantener lo mejor de nuestros hábitos en el cuido de nuestras funciones cognitivas, que es el frenar de manera significativa la ingesta de azúcares de absorción rápida, entre los que se predominan el pan blanco, patatas, sopas instantáneas, comidas rápidas, postres, galletas y cereales comerciales.
La revista Neurology recientemente publicó un estudio en que establece que un elevado consumo en azúcares o harinas refinadas, puede colocar en peligro la estructura y función cerebral, siendo que una de las principales consecuencias se refleje en un deterioro de la memoria.
Por investigaciones del Instituto de Neurociencia de Princeton; se han comprobado los efectos nocivos de las grasas en el cerebro, todos se relacionan con alteraciones cognitivas en diferentes grados. Además, en el Hospital Brigham en Boston han asociado la causa de las dificultades de memoria, con el consumo de grasas trans, que están relacionadas directamente con demencias y Alzheimer.
Están comprobados científicamente los efectos del sobre peso en las funciones cognitivas lo cual abre la necesidad de establecer nuevos parámetros que potencien los beneficios de una alimentación equilibrada y consciente, enfatizando el gran valor de seguir las bases de tendencias de salud que promueven las bondades de gozar de los enormes beneficios de una dieta mediterránea o bien de los principios vegetarianos.