El candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio ha sido asesinado a tiros, en medio de un clima de creciente violencia política que amenaza las próximas elecciones en el país.
Violencia política en Ecuador: Asesinan a tiros a Fernando Villavicencio
Fernando Villavicencio, legislador y ex periodista, fue asesinado por hombres armados durante un acto de campaña en Quito, la capital, el miércoles por la noche.
Los medios locales informaron inicialmente sobre su muerte, y posteriormente el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, confirmó la noticia a través de las redes sociales. Lasso expresó su indignación y conmoción, y convocó a una reunión de emergencia del gabinete de seguridad para abordar la creciente violencia que está desestabilizando al país.
Detalles del asesinato y reacción del presidente ecuatoriano
En un comunicado, la oficina del fiscal general informó que uno de los sospechosos del tiroteo resultó herido en un enfrentamiento con agentes de seguridad y posteriormente murió tras ser arrestado. Además, nueve personas resultaron heridas, incluyendo un candidato al Congreso y dos policías.
La Fiscalía General anunció que se realizaron allanamientos en Quito, lo que llevó a la detención de seis personas en relación con este asesinato.
El presidente Lasso, en respuesta al trágico suceso, manifestó en X (anteriormente conocido como Twitter): “Por su memoria y su lucha, les aseguro que este crimen no quedará impune. El crimen organizado ha recorrido un largo camino, pero todo el peso de la ley caerá sobre ellos”.
Contexto político: Elecciones anticipadas y lucha contra la corrupción
Las elecciones anticipadas para presidente y congreso en Ecuador, programadas para este mes, se llevaron a cabo luego de que Lasso disolviera el congreso en mayo utilizando una cláusula constitucional conocida como “muerte mutua”. Esto ocurrió en medio de la lucha del presidente contra los cargos de juicio político presentados por la legislatura controlada por la oposición. Dichos cargos estaban relacionados con presuntas malversaciones de fondos en contratos otorgados a la empresa estatal de transporte de petróleo Flopec antes de asumir el cargo. Sin embargo, Lasso no es candidato en estas elecciones.
Villavicencio, al igual que la mayoría de los otros siete candidatos, centró su campaña en la lucha contra el crimen. El ex periodista, convertido en legislador y aliado de Lasso, lideró investigaciones sobre Rafael Correa, el expresidente izquierdista que gobernó Ecuador de 2007 a 2017.
Crisis de seguridad: Aumento del crimen organizado y la violencia
Ecuador, que alguna vez fue considerado un refugio seguro en comparación con sus vecinos más anárquicos, Perú y Colombia, ha experimentado un aumento significativo en la violencia relacionada con las drogas. La tasa de homicidios se ha cuadruplicado en los últimos cinco años, a medida que las bandas en guerra luchan por el control de las rutas de tráfico. Solo el año pasado se reportaron 4.800 homicidios en el país, casi el doble que el año anterior.
Este derramamiento de sangre ha afectado también al ámbito político, con el asesinato a tiros del alcalde de Manta, una ciudad portuaria, durante un acto público el mes pasado.
Varias encuestas indican que la crisis de seguridad es la principal preocupación de los votantes antes de la primera vuelta de las elecciones programadas para el 20 de agosto.
Posible aplazamiento de las elecciones debido a los riesgos de violencia
La violencia política y el asesinato de Villavicencio han generado preocupaciones sobre la seguridad durante las elecciones. Existe la posibilidad de que el proceso electoral sea pospuesto debido a los riesgos de más violencia dirigida hacia los candidatos y los votantes.
Se considera que la situación actual representa un punto de inflexión en la historia moderna de Ecuador, donde los intereses políticos están interconectados con las economías criminales. Sebastián Hurtado, jefe de una consultora de riesgo político en Quito, señaló que esta violencia sin precedentes refleja la gravedad de la situación y la estrecha relación entre los intereses políticos y los grupos criminales.