Miami, 21 dic (EFEUSA).- La esperanza de vida en Estados Unidos descendió en 2016 por segundo año consecutivo y, por el contrario, la mortalidad por sobredosis de drogas aumentó el 21 %, de acuerdo con el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS).
En 2016 murieron en Estados Unidos 2.744.248 personas contando solo a residentes en el país y la muerte de más de 63.600 de ellas se debió a sobredosis de drogas, según datos contenidos en dos informes divulgados hoy por el NHCS, organismo dependiente de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El informe “Mortalidad en los Estados Unidos: 2016” destaca que la esperanza de vida al nacer decreció de los 78,7 años de 2015 a los 78,6 de 2016, a pesar de que la tasa general de mortalidad ajustada a la edad descendió un 0,6 %, al haber pasado de 733,1 muertes por 100.000 habitantes en 2015 a 728,8 en 2016.
El descenso se debe principalmente a los varones estadounidenses, que pasaron de 76,3 a 76,1 años de esperanza de vida al nacer, pues la expectativa en el caso de las mujeres se mantuvo en 81,1 años.
Los informes del NHCS son puramente estadísticos, no exponen el porqué de los datos que contienen.
Por grupos de edad el informe indica que las tasas de mortalidad de los más jóvenes aumentaron, especialmente en el grupo de 25 a 34 años (+10,5 %), y decrecieron las de personas de 65 años en adelante, sobre todo en el grupo de 75 a 84 años (-2,3 %).
En 2016, una persona de 65 años podía tener la esperanza de vivir todavía 19,4 años más, lo que significa 0,1 años más que en 2015. Si se trataba de una mujer, la cifra aumentaba a 20,6 años y si era un hombre disminuía a 18 años.
Entre los grupos étnicos también hay diferencias.
No hubo cambios significativos entre 2015 y 2016 en las tasas de mortalidad de mujeres y hombres hispanos, que son más bajas que las de los restantes grupos estudiados.
En el caso de las mujeres de este grupo la tasa de 2016 fue de 436,4 muertes por cada 100.000 personas (438,3 en 2015) y en los hombres fue de 631,8 por cada 100.000, ligeramente superior a la de 2015 (628,9/100.000 habitantes).
La peor parte se la llevaron los hombres afroamericanos no hispanos, con 1.081,2 muertes por cada 100.000 habitantes (1.070,1 en 2015).
Las diez principales causas de muerte en 2016 fueron las mismas que en 2015, pero hubo cambios de posición.
Las enfermedades cardiacas siguieron en el puesto número uno (165,5 muertes por 100.000 habitantes), seguida del cáncer (155,8) y las heridas no intencionadas (accidentes) pasaron del cuarto al tercero (47,4).
Siguen las enfermedades respiratorias crónicas, los ataques cerebro-vasculares, el mal de Alzheimer, la diabetes, la gripe y la neumonía, las enfermedades renales y el suicidio (13,5).
La tasa de mortalidad infantil fue en 2016 de 587 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, inferior a las 589,5/100.000 de 2015.
Las malformaciones congénitas, un escaso peso al nacer, el síndrome de muerte repentina, complicaciones maternas y accidentes son las principales causas de muerte en niños de corta edad.
El segundo informe publicado hoy, “Muertes por sobredosis de droga en los Estados Unidos, 1999-2016”, arroja luz sobre uno de los problemas de salud que más preocupan a los estadounidenses: el aumento de las adicciones a los opiáceos y sus consecuencias.
El informe indica que la tasa ajustada a la edad de muertes por sobredosis de 2016 fue más de tres veces superior a la de 1999: de 6,1 muertes por cada 100.000 habitantes se pasó 19,8 muertes.
El promedio de aumento de las muertes año a año en el periodo analizado fue del 10 %. De 2015 a 2016 crecieron un 21 %.
Las muertes por sobredosis son un problema eminentemente masculino, de acuerdo con el informe.
La tasa de muertes por 100.000 habitantes en hombres pasó de 8,2 en 1999 a 26,2 en 2016, mientras que en mujeres pasó de 3,9 en el primer año a 13,4 en el último del periodo.
Aunque las tasas aumentaron en todos los grupos de edad de 1999 a 2016 es en el de 35 a 44 años donde se llegó a un mayor índice: 35 muertes por 100.000 habitantes.
Virginia occidental (52 muertes por 100.0000 habitantes) fue el estado con la tasa más alta, seguido de Ohio (39,1), Nueva Hampshire (39), distrito de Columbia (38,8) y Pensilvania (37,9).
El estudio detalla la magnitud del problema del auge del consumo de poderosos opiáceos sintéticos como el fentanyl y similares y el tramadol.
La tasa de muerte por sobredosis de estos potentes analgésicos que se venden bajo receta medica pasó de 0,3 por 100.000 habitantes en 1999 a 6,2 en 2016 y el promedio anual de crecimiento de la tasa para los años 2013 a 2016 fue del 88 %.
Las tasas de muerte por sobredosis de heroína subieron un 19 % de 2014 a 2016.

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