Miami, 12 jun (EFEUSA).- La Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) pidió hoy al Gobierno de EE.UU. que revise el trato migratorio que reciben los venezolanos en el país tras el aumento de detenciones registradas, como la del activista Marco Guada, miembro de la propia organización.
“Sabemos que las políticas (migratorias) del Gobierno ahora son muy estrictas, pero quisiéramos que le den una oportunidad a los venezolanos porque al regresar a su país se enfrentan a penas de muerte”, dijo hoy en rueda de prensa el abogado especializado en inmigración John de la Vega.
Según Veppex, en lo que va de año se deportó a 150 venezolanos y hay un “preocupante” aumento de detenciones en aeropuertos, desde donde son enviados a centros de detención como el Broward Transitional Center o el de Krome, donde actualmente hay unos 70 venezolanos.
“En el aeropuerto son detenidos por los agentes de Inmigración cuando dicen que tienen miedo de regresar a su país”, asegura De la Vega.
Tras la ausencia de una respuesta “clara” de todas las peticiones que Veppex ha hecho hasta ahora, la organización pide una reforma migratoria ante el “extremo” peligro al que se enfrentan los deportados en su país.
Una de esas peticiones es la de establecer un Estatuto de Protección Temporal (TPS), que EE.UU. concede a inmigrantes que proceden de países que viven un “conflicto armado”, desastre natural o “condiciones extraordinarias y temporales”.
“Aquí en el Doral (Florida) llegan enchufados y boliburgueses, mientras hay individuos que están trabajando y activistas por la causa del país que corren el riesgo de ser deportados”, aseguró el presidente del Venezuelan American Democratic Club, Carlos Pereira.
Este es el caso del activista Marco Guada, miembro de Veppex, que fue detenido el pasado mes de mayo al presentarse en una oficina de Inmigración de Miramar (sur de Florida) para el control anual.
Guada, que llegó a Estados Unidos en 2010 y pidió un asilo político que fue denegado por considerar el juez que no había causa creíble, se encuentra en el centro de detención Broward Transitional Center a la espera de su deportación.
“Él es un político aquí en Miami. Tiene miedo de ser torturado, de perder su vida. Me siento muy preocupado. Es un peso demasiado grande en mí de que sea deportado y torturado en Venezuela”, dijo a Efe el hijo del activista, Marco Guada Jr.
La detención de Guada responde al cambio de política de la administración Trump en la que casos que estaban administrativamente cerrados o bajo orden de supervisión están siendo reabiertos.
En la mayoría de casos, aseguran, los detenidos no pueden afrontar las fianzas de hasta 15.000 dólares que se les imponen, algo que entorpece su proceso judicial al tener que reunir evidencias y testimonios desde los centros de detención.
Guada sabrá mañana si el juez acepta una fianza para su padre e iniciar así un proceso para que éste reciba un estatus legal en el país, en el que alegarían arraigo familiar al ser el joven ciudadano estadounidense.
Se trata de la segunda detención relacionada con activistas venezolanos en el exilio, después de la deportación del hijo de la activista Helene Villalonga, Juan José Correa Villalonga, en 2009.
“Somos un ‘target’ (objetivo) del régimen, cualquier activista que sea deportado a Venezuela no tendrá un trato humano”, dijo Pereira.
“Queremos que eso no ocurra porque es muy traumático para la comunidad venezolana pensar que son enviados hacia esa tiranía donde hay desaparecidos y hasta la muerte de presos políticos”, dijo a Efe el presidente de Veppex, José Antonio Colina.
Según la organización Venezuela Awareness (VAF), en el primer trimestre de este año 7.610 venezolanos pidieron asilo político en Estados Unidos, mientras que en 2017 hubo 29.250 peticiones, lo que convierte a los venezolanos en los número uno en solicitudes de asilo en EE.UU.

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