En el presente mes de noviembre, la Organización Meteorológica Mundial actualizó los datos sobre los gases con efecto invernadero, refiriéndose en principio a lo ocurrido en el 2018: los niveles atmosféricos de gases que cambian el clima del planeta conocido como efecto invernadero, lograron un récord en 2018 “sin signos de desaceleración, y mucho menos una disminución”, dijo la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

2018, fue el año que el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso causantes del calentamiento global se intensificaron hasta más del doble. La última vez que ocurrió en la Tierra una concentración de CO2 como la actual fue hace entre 3 y 5 millones de años, cuando la temperatura era de 2 a 3 grados más cálida y el nivel del mar era entre 10 y 20 metros superior al actual.

El dióxido de carbono (CO2) aumentó un 147%, el metano (CH4) un 259%, y el óxido nitroso (N2O) un 123%. Por estos incrementos es que el cambio climático sea más agudo, que aumenten las temperaturas y que los fenómenos meteorológicos extremos sean más frecuentes.

“El futuro bienestar de la humanidad está en juego”, aseguró este lunes el secretario general de la OMM, Petteri Talas, durante una conferencia de prensa en Ginebra.

A partir de 1990, el efecto de calentamiento que ejercen los gases de efecto invernadero de larga duración ha aumentado en un 43%, siendo el CO2 el causante de aproximadamente un 80% de ese incremento.

La última vez que sucedió en la Tierra una concentración similar de este gas fue hace entre 3 y 5 millones de años, cuando la temperatura era de 2 a 3 grados más cálida y el nivel del mar era entre 10 y 20 metros superior al actual.

El CO2 es especialmente dañino en una situación de calentamiento global porque se mantiene en la atmósfera durante siglos y en los océanos por más tiempo, explicó la agencia.

El metano, es responsable del 17%del forzamiento radiactivo, el profesor Taalas señaló que “también hemos estado batiendo récords“, ya que el aumento del año pasado “fue el segundo más alto en la última década”.

Según el boletín de la OMM, las lecturas globales indican que el metano atmosférico (CH4) alcanzó un nuevo máximo en 2018, más de dos veces y media comparado con el nivel preindustrial.

Cerca del 40%del metano proviene de fuentes naturales, como humedales y termitas, pero el 60% proviene de actividades humanas, como la cría de ganado, arrozales, minas, vertederos y la quema de biomasa.

El aumento del metano de 2017 a 2018 fue mayor que el observado de 2016 a 2017 y que el promedio de la última década.

La tendencia al alza en las emisiones se repitió en el caso del óxido nitroso (N2O), con concentraciones en 2018 estimadas un 123% por encima de los niveles preindustriales.

El aumento del metano de 2017 a 2018 fue mayor que el observado de 2016 a 2017 y que el promedio de la última década.

La propensión al alza en las emisiones se repite con el óxido nitroso (N2O), con concentraciones en 2018 estimadas un 123% por encima de los niveles preindustriales.

Taalas manifestó que “el óxido nitroso ha contribuido aproximadamente el 6% del calentamiento hasta ahora” y agregó que “proviene en gran medida de las tierras de cultivo y nuevamente se están rompiendo récords, con el crecimiento constante de la concentración”.

Según los datos actuales, las emisiones globales no alcanzarían su punto máximo para 2030, y mucho menos para 2020, si las políticas climáticas existentes permanecen sin cambios, como se establece en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) de los países.

“Abordar esto implicará la promoción de fuentes de energía renovables, ya que producimos el 85% de la energía global con minerales fósiles: carbón, petróleo y gas, y solo el 15%proviene de energía nuclear, hidroeléctrica y solar. Para tener éxito en la implementación del Acuerdo de París, deberíamos revertir esos números en las próximas décadas”, dijo Taalas.

El jefe de la OMM explicó que las regiones y países que más contaminaban “solían ser Europa y América del Norte, especialmente Estados Unidos, pero China se ha convertido en el emisor número uno, junto con un crecimiento bastante fuerte de emisiones también en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)”

“Esto demuestra que hay que tener un pensamiento global para resolver el problema. Ni la Unión Europea ni Estados Unidos pueden resolverlo solos, ni China; se debe involucrar a todos los países. Si bien los gobiernos entienden que esto es un desafío, también lo hace el sector privado, que cada vez está más interesado en encontrar soluciones”, agregó.

La OMM recordó que sin una acción más ambiciosa para hacer frente a los gases de efecto invernadero, las consecuencias del cambio climático sobre la vida en la Tierra serán cada vez más destructivas e irreversibles.

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