Washington, 14 ago (EFEUSA).- Dos agencias de inmigración atrajeron a inmigrantes indocumentados a entrevistas para conseguir el permiso de residencia con el objetivo de detenerlos y, en algunos casos, deportarlos, de acuerdo a una demanda de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) a la que Efe tuvo acceso hoy.
La organización civil denunció que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, en inglés) y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) coordinaron una estrategia para detener a inmigrantes sin documentación en regla en algunas ciudades del país aprovechando su deseo de regularizar su situación.
Ese requerimiento judicial de la ACLU desvela correos electrónicos intercambiados entre miembros del USCIS y del ICE, en los que se denota una planificación detallada de estos planes de arresto.
Las entrevistas para conseguir la residencia legal, que son llevadas a cabo por USCIS, fueron programadas a determinadas horas a petición de agentes del ICE, que solicitaron, además, que hubiera suficiente tiempo entre las citas para que los medios de comunicación tuvieran “menos opciones” de descubrir esta táctica, según ACLU.
En uno de estos correos, el agente del ICE Andrew Graham reclamó tiempo suficiente entre las entrevistas a un trabajador de la oficina del USCIS de manera explícita, con el fin de detener a personas indocumentadas que son parejas de ciudadanos al finalizar las mismas.
“En lo que se refiere a los horarios, preferiría que no hagan (las entrevistas) todas al mismo tiempo, ya que no solo afecta nuestra capacidad de transportar y procesar varios arrestos, sino que también tiene el potencial de atraer los intereses negativos de los medios, cómo hemos visto en el pasado”, escribió Graham.
De acuerdo a la demanda, el USCIS facilitó al ICE una lista de gente que había rellenado la petición para el permiso I-130, una solicitud familiar para conseguir la residencia de un pariente extranjero presentada por un ciudadano o residente legal de EE.UU.
Después, el ICE revisó el listado para encontrar cualquier “factor significativo” que influyera en su decisión de detener a una persona para luego deportarla, según los correos que aparecen en la denuncia, e identificó a varios candidatos.
Una vez estos solicitantes llegaron a la entrevista, el USCIS notificó al ICE, que envió a agentes para llevar a cabo el arresto al finalizar la cita.
Una de estas personas identificadas fue la guatemalteca Lilian Calderón, de 30 años y madre de dos niños, que llegó a los Estados Unidos a los tres años.
En enero de 2018, Calderón y su marido, de nacionalidad estadounidense, visitaron una oficina del USCIS en el estado de Rhode Island para iniciar la petición para obtener el estado de residente permanente.
Justo después de la entrevista, Calderón fue arrestada por el ICE y enviada a un centro de detención de inmigrantes en Boston (Massachusetts), dónde estuvo retenida más de dos semanas.
Sin embargo, su orden de deportación fue bloqueada por el juez federal Mark Wolf, de la corte del distrito de Massachusetts, y Calderón pudo regresar con su familia.
Por su parte, el brasileño Sandro de Souza, que llevaba más de 20 años en el país, acabó siendo deportado en marzo y tuvo que dejar aquí a su mujer, ciudadana estadounidense, y a su hijo, después de que el ICE siguiera la misma táctica para arrestarlo.
La ACLU representa en esta demanda a cinco familias que han sufrido estas estrategias, pero según los abogados de la organización civil, el ICE ha llevado a cabo este plan al menos en 17 ocasiones, de acuerdo a información publicada por el diario The Boston Globe.
El caso de Calderón y las otras cuatro familias, representadas por la organización civil, continuará el próximo 20 de agosto en un tribunal de distrito de Massachusetts.

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