El presidente Joe Biden ha firmado una orden ejecutiva que limita el asilo para los migrantes que crucen ilegalmente la frontera sur, respondiendo a un elevado número de encuentros diarios. Esta medida, que se implementará de inmediato, surge en un contexto de inacción del Congreso sobre la reforma migratoria, especialmente tras el bloqueo de un marco bipartidista en el Senado por parte de los republicanos.
Detalles de la Nueva Orden
La orden establece que cuando el promedio de cruces fronterizos diarios en un período de siete días supere los 2,500, se denegará la entrada a la mayoría de los extranjeros que crucen sin autorización previa. Este cambio significativo en la Ley de Inmigración y Nacionalidad busca aliviar la presión en la frontera, aunque enfrenta críticas y desafíos legales, especialmente durante este año electoral.
Impacto y Excepciones
Los migrantes expulsados bajo esta orden recibirán una prohibición mínima de cinco años para reingresar a Estados Unidos y podrían enfrentar cargos penales. México ha acordado recibir a deportados de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Sin embargo, quedan exentos los menores no acompañados y aquellos que demuestren temor creíble de persecución o tortura.
Repercusiones Políticas y Administrativas
Biden y su administración argumentan que esta medida es una respuesta a la falta de acción del Congreso, apuntando directamente a los republicanos por obstaculizar esfuerzos bipartidistas para reformar la seguridad fronteriza. La Casa Blanca ha insistido en que la nueva política busca preservar los valores nacionales y cumplir con las obligaciones internacionales de Estados Unidos hacia los solicitantes de asilo y refugiados.
Desafíos Logísticos
La capacidad de la administración para deportar o detener rápidamente a los migrantes es incierta, lo que podría resultar en más liberaciones al interior del país con órdenes de deportación. Además, se intensificarán las medidas contra redes de contrabando y funcionarios corruptos que facilitan la migración ilegal.
Reacciones y Futuro de la Política Migratoria
La nueva política seguramente será objeto de disputas legales y críticas, particularmente de sectores que ven paralelismos con las estrictas políticas de la administración Trump. Sin embargo, la administración Biden enfatiza las diferencias y la humanidad de su enfoque comparado con el de su predecesor.
La orden ejecutiva entra en vigor en un contexto de tensiones políticas y desafíos migratorios continuos, destacando la complejidad de gestionar la inmigración en Estados Unidos y la necesidad de una reforma integral respaldada por el Congreso.