En los últimos días, la Bolsa de Tokio ha vivido momentos de gran volatilidad que han captado la atención del mundo financiero. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre este evento histórico y su impacto global.
El Desplome Histórico
El lunes 5 de agosto de 2024, la Bolsa de Tokio sufrió su peor caída desde el “Lunes Negro” de 1987. El índice Nikkei se desplomó un 12.4%, una pérdida que se sumó a la caída del 6% registrada el viernes anterior. Este colapso fue impulsado por varios factores clave:
- Cambio en la Política del Banco de Japón (BoJ): El BoJ aumentó las tasas de interés por segunda vez en 17 años y redujo la compra de bonos. Esta medida afectó gravemente la estrategia financiera conocida como carry trade, donde los inversores toman préstamos en yenes a tasas bajas para invertir en activos más rentables en otras monedas.
- Preocupaciones Globales: Los temores a una recesión en Estados Unidos y datos de empleo más débiles de lo esperado en julio también contribuyeron a la caída. La tasa de desempleo en EE.UU. se elevó al 4.3%, generando incertidumbre entre los inversores.
- Reacción en los Mercados Asiáticos: La caída en Tokio provocó una reacción en cadena en otras bolsas asiáticas. Corea del Sur y Taiwán, por ejemplo, experimentaron sus peores jornadas desde la crisis financiera de 2008.
El Rebote Impresionante
A pesar del desplome, el martes 6 de agosto, la Bolsa de Tokio sorprendió con una impresionante recuperación. El Nikkei rebotó un 10.23%, su mayor ganancia porcentual desde 2008. Este repunte fue impulsado por la caza de ofertas y la recuperación del dólar frente al yen.
Impacto Global y Perspectivas
La volatilidad en Tokio ha tenido repercusiones en los mercados globales. Las bolsas europeas y de otros países asiáticos han sentido el impacto, con resultados mixtos en sus índices. Los analistas están atentos a los próximos movimientos del Banco de Japón y las políticas económicas de Estados Unidos, ya que estas serán cruciales para la estabilidad de los mercados en el corto plazo.