Evolución del Sueño: Humanos que Prosperan con Solo 4 Horas de Descanso
Un fascinante estudio sobre el ADN ha revelado que algunos humanos han evolucionado para vivir con solo cuatro horas de sueño. Investigadores de la Universidad de California en San Francisco han descubierto que estas personas pueden llevar a cabo funciones vitales asociadas con el sueño de manera mucho más eficiente que el resto, lo que se considera una ventaja evolutiva significativa.
Algunas personas poseen una capacidad extraordinaria: dormir la mitad que la mayoría sin experimentar efectos negativos. La ciencia ha identificado una mutación genética que podría explicar esta peculiaridad y abrir nuevas puertas hacia tratamientos más efectivos para los trastornos del sueño. La variante poco común del gen Sik3, conocida como SIK3-N783Y, ha sido detectada en individuos que naturalmente duermen entre cuatro y seis horas cada noche, sin mostrar síntomas de fatiga o deterioro cognitivo.

Para validar estos hallazgos, el equipo de investigación introdujo la mutación en ratones de laboratorio, comprobando que los animales con esta variante dormían significativamente menos: alrededor de 31 minutos menos en condiciones normales y hasta 54 minutos menos tras ser sometidos a privación de sueño leve. La neurocientífica Ying-Hui Fu, autora del estudio, explicó a la revista Nature: “Nuestros cuerpos siguen funcionando mientras dormimos. Se desintoxican y reparan daños. Estas personas pueden realizar esas funciones a un ritmo más acelerado que los demás”.
El artículo, publicado en la revista PNAS, se suma a un creciente cuerpo de investigaciones que han identificado otras mutaciones asociadas con el llamado sueño corto natural, una condición hereditaria relacionada con cuatro genes y cinco variantes conocidas. Aunque los ratones suelen dormir cerca de 12 horas al día, la reducción en su tiempo total de sueño fue notable, lo cual, aunque parezca modesto en minutos, representa un ajuste considerable en su ciclo vital, especialmente dado su sueño más fragmentado y su genética homogénea.
Curiosamente, quienes poseen esta mutación suelen experimentar malestar si duermen más de lo que su cuerpo requiere; es decir, descansar más de su tiempo habitual no les aporta beneficios. Esto sugiere que su reloj biológico opera de manera diferente al del resto de la población. Los autores del estudio destacan que el gen Sik3 podría convertirse en un objetivo terapéutico crucial, y profundizar en cómo funciona esta mutación podría allanar el camino en la lucha contra el insomnio, la somnolencia diurna excesiva y otros trastornos relacionados con el sueño.