En una medida controvertida, el gobierno de Nicaragua liderado por Daniel Ortega ha procedido al cierre de varias organizaciones no gubernamentales, lo que ha generado gran preocupación tanto a nivel nacional como internacional.
Una de las organizaciones afectadas por esta clausura es la Asociación de Scouts de Nicaragua, que ha sido acusada de no presentar informes financieros durante los años 2020 y 2022, además de tener una junta directiva que no ha sido renovada desde septiembre de 2021. Según el diario oficial La Gaceta, los activos de estas organizaciones serán transferidos al Estado.
Esta acción ha generado inquietud sobre el destino de los recursos que anteriormente estaban destinados a programas y proyectos benéficos para la sociedad y la comunidad en general. Además, se ha cuestionado la transparencia y la rendición de cuentas en la administración de estos fondos.
A nivel internacional, el gobierno de Estados Unidos ha respondido imponiendo sanciones a más de 100 funcionarios municipales de Nicaragua, en respuesta a la represión y detención injusta de personas que apoyan la libertad y la sociedad civil. Estas sanciones incluyen restricciones de visas de ingreso a Estados Unidos para aquellos funcionarios señalados por su papel en el régimen de Ortega-Murillo.
La Asociación de Scouts de Nicaragua, con una trayectoria en el país desde 1979, ha sido reconocida por su labor en la formación de ciudadanos comprometidos y la promoción de la educación integral y el contacto con la naturaleza. Su clausura ha generado consternación entre sus miembros y seguidores, quienes valoran su contribución al desarrollo de jóvenes líderes y constructores de un mundo mejor.
Estos cierres no son un hecho aislado, sino parte de una serie de medidas tomadas por el gobierno de Ortega, que ha clausurado más de 3.500 organizaciones no gubernamentales desde las protestas sociales de 2018. Estas acciones han sido atribuidas por la administración sandinista a un supuesto intento de golpe de Estado organizado por la oposición política respaldada por Estados Unidos y diversas agrupaciones.
Además de la Asociación de Scouts, también se han clausurado organizaciones religiosas, como la Asociación Católica Fraternidad Misioneras del Fiat de María y las evangélicas Asociación Ministerio “Rey David” (AMIRD), Asociación de Iglesia Evangélica Luz en la Integración y Asociación de la Doctrina Viva de Jesucristo Sala de Luz y Verdad. Esto ha generado preocupación adicional debido a la limitación de la libertad religiosa en el país.
La clausura de estas organizaciones y las acciones tomadas por el gobierno de Nicaragua han generado un fuerte debate sobre los derechos humanos, la libertad de asociación y la transparencia en el país. La comunidad internacional continúa monitoreando de cerca la situación y expresando su preocupación por la situación de los derechos civiles y las libertades fundamentales en Nicaragua.