El presidente Donald Trump, quien ya estaba indignado por la idea de que sus logros no obtuvieran el crédito que merecen, se volvió más preocupado el viernes luego de que se supo que Michael Flynn, su ex asesor de seguridad nacional y antiguo asistente de campaña, se declaró culpable de mentirle a el FBI.
“Creo que la investigación de Rusia nos está afectando a todos, el presidente más que a todos”, dijo una fuente cercana a Trump. “Pero creo que está más preocupado por el estado de sus logros y esta presidencia”.
La declaración de Flynn es lo más cercano que la investigación del abogado especial Robert Mueller sobre la posible conexión de la campaña de Trump con la intromisión rusa en las elecciones de 2016 ha llegado a la Oficina Oval. Fue un paso dramático para una investigación que enfureció a Trump desde su creación. Flynn pasó incontables horas informando al empresario convertido en político durante la campaña de 2016 y fue el principal asistente de seguridad nacional de Trump.
Cómo se desarrolló
Trump fue informado sobre el acuerdo de culpabilidad de Flynn el viernes por la mañana, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca a CNN. El presidente, dijo la fuente, había anticipado que Flynn sería arrastrado a la investigación de Mueller durante semanas.
Externamente, los principales ayudantes y sustitutos de Trump estaban tratando de dar la noticia como un paso positivo para Trump que señala que la investigación de Mueller podría terminar pronto. Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo el viernes que el presidente no siente “ansiedad” por la situación.
Otra fuente cercana a la Casa Blanca describió al presidente y su equipo como una negación de la investigación de Rusia. Están “totalmente en una burbuja”.
Esta fuente dijo que la Casa Blanca debería tomar las noticias de Flynn mucho más en serio. “Esto es como una alerta roja”, dijo la fuente.
Pero la fuente dijo que los funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el presidente espera que el equipo de Mueller lo autorice antes de que pase mucho tiempo.
“Piensan que va a ser exonerado muy pronto”, agregó la fuente.
En momentos más reflexivos, sin embargo, los confidentes de Trump reconocen que al presidente le molestan las noticias de Flynn, particularmente porque le preocupa que otro diluvio de historias sobre Rusia pueda eclipsar sus logros.
“Todos y cada uno de nosotros hemos llegado a esperar esto, incluido el presidente”, dijo una fuente cercana a Trump sobre las noticias de Flynn. “La preocupación es que esto podría enfriar lo que de otra manera sería una marcha bastante fuerte hacia el crecimiento económico que necesitamos”.
La fuente reconoció que la declaración de Flynn -junto con las acusaciones de los ex ayudantes de campaña de Trump Paul Manafort y Rick Gates y otra declaración del ex asesor de política exterior de la campaña Trump George Papadopoulos en octubre- “dañaría la capacidad de Trump para hacer las cosas”.
Una manifestación de esta frustración: mientras los asesores de la Casa Blanca de Trump idearon una estrategia de comunicación para la declaración de Flynn, los republicanos en el Senado dijeron que tenían los votos para aprobar el plan tributario respaldado por Trump, un logro que la Casa Blanca Trump ha anhelado.
Incluso cuando sus asistentes juraron que todo estaba bien dentro de la Casa Blanca, Trump fue notablemente mantenido a distancia durante gran parte del día. Cuando el primer ministro Fayez al-Sarraj, de Libia, salió de su automóvil, el a veces locuaz Trump ignoró las preguntas gritadas. Y una foto-op planeada previamente con Trump y al-Sarraj fue abruptamente cancelada mientras los periodistas esperaban afuera de la Oficina Oval.
Señal más clara aún
Las presentaciones ante el tribunal de Mueller son la señal más clara hasta el momento de una posible coordinación entre Flynn y un importante asesor de Trump en relación con el contacto con funcionarios rusos. CNN informó el viernes que Jared Kushner – yerno y principal asesor de Trump – fue el “miembro más veterano del Equipo de Transición Presidencial” que dirigió a Flynn para contactar al embajador ruso y otros países sobre un próximo Consejo de Seguridad de la ONU votar por los asentamientos israelíes.
La sonda ahora se está enfocando en el círculo interno de Trump, lo que dificulta que la administración de Trump se distancie de la acción. Cuando Manafort y Gates fueron acusados, varias fuentes de Trump dijeron a CNN que las acusaciones no tenían nada que ver con la Casa Blanca porque el dúo nunca trabajó para Trump como presidente.
Ese no es el caso de Flynn, quien fue el principal asistente de seguridad nacional de Trump por menos de un mes antes de ser despedido por mentirle al vicepresidente Mike Pence.
Trump, según varias fuentes, consideraba a Flynn un amigo, disfrutaba de su compañía en la campaña electoral y en la Casa Blanca y creía que el teniente general retirado del ejército de los Estados Unidos era una persona honorable.
Eso significa que a pesar de que entabló a su ayudante durante mucho tiempo bajo presión en febrero, las noticias del viernes probablemente aún sean difíciles de tomar. Trump dijo a principios de este año que Flynn era un “hombre maravilloso” que había sido “tratado injustamente”.
El presidente “siente pena por Flynn”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca, porque “le gusta” el ex asesor de seguridad nacional. El oficial agrega que Trump está “pensando en Flynn y su familia” durante este tiempo.
Una fuente cercana a Trump agregó que la Casa Blanca estaba equilibrando el hecho de que “el presidente estaba cerca de Flynn y pasó mucho tiempo con él” y “la perogrullada de que el general Flynn creó sus propios problemas aquí”.
Mientras Trump estaba molesto por la declaración de culpabilidad de Flynn, los asesores cercanos a Pence se sienten reivindicados porque el ex asesor de seguridad nacional fue despedido por mentirle a Pence en primer lugar.
Lo que Flynn admitió el viernes es “lo que hemos sabido desde el principio”, le dijo una fuente a CNN. Flynn, dijo la fuente, mintió al vicepresidente y mintió sobre el mismo asunto a las autoridades federales.