Washington, 5 abr (EFEUSA).- El presidente, Donald Trump, aseguró hoy que no sabía que su abogado personal, Michael Cohen, pagó 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels como parte de un acuerdo de confidencialidad sobre una relación que supuestamente mantuvo con el actual mandatario.
Esta es la primera vez que Trump hace declaraciones sobre las relaciones sexuales que supuestamente mantuvo en 2006 con la actriz porno, cuyo nombre real es Stephanie Clifford.
“No” respondió Trump al ser preguntado si sabía algo sobre el pago de 130.000 dólares a Daniels, cuando viajaba con la prensa en un avión de vuelta a Washington desde Virginia Occidental.
Preguntado sobre por qué su abogado Michael Cohen hizo el pago, Trump respondió: “Tenéis que preguntarle a Michael Cohen. Michael es mi abogado. Tendréis que preguntar a Michael”.
Por último, al ser interrogado sobre si sabía de dónde procedía el dinero, Trump afirmó: “No, no lo sé”.
Esas breves declaraciones son las primeras que Trump hace sobre la polémica, que comenzó a mediados de enero cuando el diario The Wall Street Journal desveló que, en la recta final de las elecciones de 2016, el abogado del mandatario efectuó un pago de 130.000 dólares a Daniels para evitar que hablara del supuesto romance.
Esa transacción ha despertado suspicacias por la posibilidad de que violara las leyes estadounidenses sobre financiación electoral porque podría ser considerada un aporte ilegal a la campaña.
La aventura entre Daniels y Trump supuestamente comenzó después de que ambos coincidieran en un torneo de golf en California en el verano de 2006, cuando Trump ya estaba casado con la actual primera dama Melania y acababa de tener un hijo con ella.
Lo que muchos ven como una historia frívola sobre el supuesto adulterio de Trump podría tener implicaciones legales para el presidente, si se suma a los casos de las otras dos mujeres que le han llevado a los tribunales.
Una de ellas es Karen McDougal, una exmodelo de Playboy que asegura haber mantenido un romance con Trump hace más de una década, y que ha pedido también anular un pacto firmado en 2016 donde se certificaba que guardaría silencio sobre esa relación.
Si Trump se viera obligado a testificar sobre su historial sexual bajo juramento, deberá tener en mente el precedente de Bill Clinton (1993-2001), quien fue sometido a un juicio político por haber mentido bajo juramento sobre sus relaciones con la becaria Monica Lewinsky en un proceso judicial no relacionado sobre acoso sexual.

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