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Celebración
Oración a la
Santísima Virgen
Soberana María, que por tus grandes
virtudes y especialmente por tu humildad,
mereciste que todo un Dios te escogiera
por madre suya, te suplico que tú misma
prepares y dispongas mi alma, y la de
todos los que en este tiempo hagan esta
novena, para el nacimiento espiritual de
tu adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunícame
algo del profundo recogimiento y divina
ternura con la que guardaste tú, para
que nos hagas menos indignos de verle,
amarle y adorarle por toda la eternidad.
Amén. (Se reza tres veces el Avemaría).
Oración a San José
¡Oh, Santísimo San José! Esposo de
María y padre adoptivo de Jesús. Infinitas
gracias doy a Dios porque te escogió
para tan altos ministerios y te adornó
con todos los dones proporcionados a
tan excelente grandeza. Te ruego, por
el amor que tuviste al Divino Niño, me
abrases en fervorosos deseos de verle y
recibirle sacramentalmente, mientras en
su divina esencia le veo y le gozo en el
cielo. Amén. (Se reza el Padrenuestro, el
Avemaría y el Gloria).
Oración al Niño Jesús
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!,
que dijisteis a la venerable Margarita del I. ¡Oh sapiencia suma del Dios VII. ¡Rey de las naciones, Emmanuel
santísimo Sacramento, y en persona soberano, que al nivel de un niño te preclaro, de Israel anhelo, pastor del
suya a todos vuestros devotos, estas hayas rebajado! ¡Oh Divino Niño, ven rebaño! ¡Niño que apacientas con suave
palabras tan consoladoras para nuestra para enseñarnos la prudencia que hace cayado ya la oveja arisca, ya el cordero
pobre humanidad agobiada y doliente: verdaderos sabios! manso!
“Todo lo que quieras pedir, pídelo por II. ¡Oh, Adonaí potente que, a Moisés VIII. ¡Ábranse los cielos y llueva de lo
los méritos de mi infancia y nada te será hablando, de Israel al pueblo disteis los alto Bienhechor rocío, como riego santo!
negado”. mandatos! ¡Ah! ven prontamente para ¡Ven hermoso Niño! Ven Dios humanado
Llenos de confianza en vos, ¡oh rescatarnos y que un niño débil muestre luce, hermosa estrella, brota flor del
Jesús!, que sois la misma verdad, fuerte brazo! campo.
venimos a exponeros toda nuestra III. ¡Oh raíz sagrada de José, que en lo IX. ¡Ven que ya María previene sus
miseria. Ayúdanos a llevar una vida alto presentan al orbe tu fragante nardo! brazos do su niño vean, en tiempo
santa, para conseguir una eternidad ¡Dulcísimo Niño que has sido llamado cercano! ¡Ven, que ya José, con anhelo
bienaventurada. Concédenos por los lirio de los valles bella flor del campo! sacro, se dispone a hacerse de tu amor
méritos infinitos de vuestra infancia, la IV. ¡Llave de David que abre al sagrario!
gracia de la cual necesitamos tanto. desterrado las cerradas puertas del X. ¡Del débil auxilio del doliente
Nos entregamos a vos, ¡oh Niño regio palacio! ¡Sácanos, Oh, Niño con tu amparo, consuelo del triste, luz del
omnipotente!, seguros de que no blanda mano, ¡de la cárcel triste que labró desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño
quedará frustrada nuestra esperanza, el pecado! adorado, mi constante amigo, mi divino
y de que en virtud de vuestra divina V. ¡Oh lumbre de Oriente sol de hermano!
promesa, acogeréis y despacharéis eternos rayos, que entre las tinieblas tu XI. ¡Ve ante mis ojos de ti
favorablemente nuestra súplica. Amén. esplendor veamos! ¡Niño tan preciado, enamorados! Bese ya tus plantes, bese
dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus ya tus manos. Prosternado en tierra te
dulces labios! tiendo los brazos, y aún más que mis
VI. ¡Espejo sin mancha Santo de frases, te dice mi llanto.
Gozos los santos, sin igual imagen del Dios
Dulce Jesús mío, mi niño adorado, soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva Ven, Salvador nuestro, por quien
¡ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes al desterrado y, en forma de Niño da al suspiramos, Ven a nuestras almas, ¡ven
tanto! mísero amparo! no tardes tanto!
Qué
tal
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Qué tal JACKSONVILLE 27
Qué tal
JACKSONVILLE