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Reflexión
Ser mamá sin

dejar de ser tú

Por MaryKar García / Inteligencia emocional - Facebook e Instagram: @marykarcoaching

ste mes celebramos a las Ser mamá no significa olvidarte de reconexión… escribe cómo te sientes en
mamás, y quiero compartirte ti. Significa incluirte en todo lo que das. todas las áreas de tu vida, ayúdate de la
una reflexión que nace desde Y eso también es una forma de amor rueda de la vida.
mi propia historia, y desde profundo.
una gratitud más consciente Tienes muchas responsabilidades
y real: ser madre es un regalo Una forma de transformar el mundo como mamá, pero no la única. (Envíame
Einmenso… pero no debe desde casa, desde lo cotidiano, desde la un mensaje si quieres apoyo con el
significar dejarte a un lado. coherencia. Porque cuando una mamá se ejercicio). Un gesto propio, solo para
Hubo una etapa en mi vida en la que cuida, su amor no se reduce, se expande. nosotras. Una pausa agradecida para
todo parecía estar bien. Tenía hijas sanas, Y eso deja una huella imborrable. recordar que no solo damos vida, también
un esposo amoroso, una familia hermosa. Así que este mes, entre abrazos, merecemos vivirla plenamente.
Y, sin embargo, había algo dentro de flores y mensajes bonitos, regalémonos
mí que no encajaba del todo. Sentía un algo más duradero. Un momento de
vacío silencioso, una desconexión interna “Cuando una mamá se
que no sabía explicar. Me juzgué muchas
veces por sentirlo. ¿Cómo podía faltar cuida, también enseña
algo si lo tenía “todo”? a sus hijos a amarse”.

Con el tiempo entendí que no estaba
mal, solo estaba desconectada de mí.
Y muchas mujeres viven
ahí. Entregándose sin reservas,
postergándose una y otra vez. Amando
profundamente, pero olvidando incluirse
en ese amor.
Entonces descubrí una forma más
completa de gratitud: la gratitud hacia
mí misma. Por seguir buscándome. Por
atreverme a reconectarme. Por entender
que cuidarme no me hacía menos
madre, sino una madre más presente,
más auténtica, más viva.

Y aquí viene lo más valioso: cuando
una mamá se cuida, también enseña
a sus hijos a amarse. Les muestra, sin
discursos, que la vida no se trata solo de
dar, sino de sostenerse para sostener.
Que entre mejor estemos, más amor,
más claridad y más fuerza tenemos para
compartir.
Nuestros hijos aprenden a través de lo
que ven. Y cuando ven a una mamá que
se honra, que se toma un respiro, que
dice “hoy necesito esto para mí”, también
aprenden a escucharse a sí mismos, a no
sobrecargarse, a priorizarse sin culpa.

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