Page 54 - 74 Septiembre Jacksonville
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A
      Socialesctualidad
                      Carlo Acutis








                            El primer santo millennial





                                             Dios”,  surgió precisamente de  ese   él descubren a alguien que, como ellos,
                                             puente inesperado entre espiritualidad   navegaba internet, jugaba  videojuegos,
                                             y  tecnología. En  tiempos donde las   se reía con amigos.  Y sin embargo,
                                             pantallas suelen dispersar, Carlo las usó   encontraba en lo simple, la misa, la
                                             para acercar.                        caridad, la amistad  sincera, una  alegría
                                                Murió a los 15 años, víctima de una   más grande.
                                             leucemia  fulminante.  Dicen  que  ofreció   Quizás  por  eso  su  figura  trasciende
                                             sus dolores por la Iglesia y por el Papa,   lo religioso. Carlo nos recuerda que  la
                                             consciente de que el sufrimiento, vivido   autenticidad es la  forma más pura de
                                             con amor,  también puede ser un acto   influencia. Que la vida, por breve que sea,
                                             de servicio. Su  cuerpo reposa en  Asís,   puede dejar una huella inmensa si se vive
                                             vestido con jeans, sudadera y zapatillas   con entrega. Y que incluso en la era de
                                             deportivas: una imagen  tan cotidiana   los algoritmos, todavía hay espacio para
                                             que  conmueve más que  mil reliquias.   la fe, la ternura y el misterio.
                                             Es como si recordara, en silencio, que la   Carlo Acutis, el joven santo con jeans
                                             santidad no está reservada a los altares,   y zapatillas,  nos invita a preguntarnos:
                                             sino que puede germinar en cualquier   ¿qué huella queremos dejar en el mundo,
                                             vida ordinaria.                      mientras aún tenemos tiempo?
                                                Su  canonización, la primera  de
                                             un  millennial, ha despertado un  eco   Su cuerpo descansa en
                                             profundo en generaciones que  a
                                             menudo sienten que la fe no tiene lugar   Asís, vestido con ropa
                                             en  un  mundo  hiperconectado. Carlo
                                             encarna lo contrario: la posibilidad de que   casual, recordando que
                                             la tecnología no nos aleje, sino que nos   la santidad también
                                             acerque, si la usamos con propósito. No
                  a   mañana   del  7   de   es casual que miles de jóvenes se hayan   habita lo cotidiano.
                  septiembre de 2025, miles   sentido interpelados por su historia. En
                  de jóvenes llenaron la Plaza
                  de San Pedro con banderas,
                  celulares  en  alto  y  lágrimas
                  contenidas. No era un  día
                  cualquiera. El Papa Leo XIV
       Lproclamaba  santo a Carlo
         Acutis, un adolescente italiano fallecido
         en  2006 que,  en apenas  15 años de
         vida, dejó una huella imborrable. No por
         haber conquistado escenarios ni por
         aparecer en  titulares  de  revistas, sino
         por la forma sencilla y luminosa en que
         vivió su fe en medio de un mundo digital
         que apenas despertaba.
            Carlo  no encajaba  en  el  molde
         tradicional de los santos. No llevaba
         hábito, ni  fundó órdenes  religiosas, ni
         recorrió  tierras  lejanas  predicando.  Le
         bastaron una computadora portátil, una
         conexión a internet y un corazón abierto
         para crear un  catálogo de  milagros
         eucarísticos que aún  hoy circula por
         la  red.  Su  apodo,  “el  influencer  de


     54 Qué tal
     54 Qué tal  JACKSONVILLE
                 JACKSONVILLE
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