Los científicos han ubicado a una mujer que tiene una mutación genética rara que la protege de la demencia aun cuando su cerebro ha desarrollado características neurológicas importantes de la enfermedad.

La tendencia genética de la mujer indicaba que desarrollaría el mal de Alzheimer cuando tuviera 50 años. Ella, así como muchos de sus familiares, nació con una variación genética que induce que las personas inicien con dificultades de memoria y procesamiento mental luego de los 40 años y se estropeen velozmente hasta morir cercanos a los 60 años.

Lo sorprendente es que, ella no experimentó ninguna merma cognitiva hasta pasados los 70 años. ¿Cómo se explica? Recientes investigaciones ofrecen una respuesta que, según los entendidos, podría renovar la comprensión científica del Alzheimer.

En estudio publicado el pasado 4 de noviembre en la revista Nature Medicine, los responsables de la investigación afirman que la mujer tiene además otra mutación que parece actuar como repelente a la enfermedad, minimizando que un compuesto de azúcar en particular se adhiera a un gen importante, lo que avizora que se pudieran desarrollar tratamientos para brindar a otras personas ese mismo mecanismo protector.

La mujer del experimento está próxima a cumplir los 80 años y vive en Medellín, Colombia, el epicentro de una larga familia de 6.000 integrantes, los cuales llevan siglos desarrollando demencia.

Desde hace algunas décadas, el doctor Francisco Lopera, neurólogo colombiano, inició a recolectar las actas de nacimiento y defunción de la familia de la mujer clave del experimento. Documentó su inmenso árbol genealógico e incursionó en territorios de la guerrilla para convencer a familiares de fallecidos para que donaran sus cerebros. El doctor Lopera ayudó a descubrir que su Alzheimer era causado por una mutación de un gen llamado Presenilin 1.

Esta demencia hereditaria de inicio precoz sólo es una pequeña proporción de los 30 millones de personas en el mundo que padecen Alzheimer, es muy importante ya que, a diferencia de la mayoría de las formas, se le ha encontrado una causa específica y un patrón consistente.

Lopera y un conjunto de científicos han estado años estudiando a la familia. Logrando encontrar que la mujer tenía la mutación Presenilin 1, pero aún no había desarrollado una condición pre Alzheimer llamada disfunción cognitiva leve, quedaron perplejos.

“Tenemos a una sola persona que es resistente al mal de Alzheimer, cuando debería tener un alto riesgo”, dijo Eric Reiman, director ejecutivo del Instituto Banner sobre Alzheimer, en Phoenix, Arizona.

La mujer se trasladó a Boston para someterse a pruebas. Su cerebro estaba repleto del sello distintivo del Alzheimer: placas de proteína amiloide. Pero no tenía otras señales de la enfermedad: poca proteína Tau, que forma marañas en los cerebros con Alzheimer, y poca neurodegeneración.

“Su cerebro funcionaba bastante bien”, dijo Yakeel Quiroz, directora del laboratorio de imágenes neurales de demencia familiar en el Hospital General de Massachusetts y otra autora importante del estudio.

“Su biología contiene un secreto”, dijo Lopera.

Quiroz consultó a su esposo, Joseph Arboleda-Velasquez, un biólogo celular. Él encontró que la mujer tiene una mutación extremadamente rara en un gen común llamado APOE.

Esa mutación en la mujer se haya ubicada en un área del gen que se adhiere con un compuesto de azúcar y proteína involucrado en propagar el Tau en el Alzheimer. Los científicos hallaron que mientras menos se adhiera una variante de APOE a ese compuesto, menos se vincula con el Alzheimer. Con la mutación, prácticamente no había adhesión.

Guojun Bu, presidente del Departamento de Neurociencias en la Clínica Mayo, en Jacksonville, Florida, dijo que mientras que los hallazgos involucraban un solo caso y se requería mayor investigación, las implicaciones podrían ser profundas.

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