Un segundo vuelo de evacuación ha aterrizado en Miami, trayendo consigo a ciudadanos estadounidenses que huyen de la creciente violencia en Haití. Esta pelea patrocinada por el Departamento de Estado es un intento desesperado por garantizar la seguridad de aproximadamente 80 personas que buscan refugio en el sur de Florida.

La situación en Haití se ha vuelto cada vez más caótica, con el país caribeño asolado por la violencia de las pandillas y el control territorial en manos de grupos callejeros rivales. Ante este panorama, el Departamento de Estado ha instado a todos los ciudadanos estadounidenses a abandonar Haití, evacuando incluso a su personal no esencial de la embajada a principios de este mes.

El primer vuelo de evacuación partió el domingo desde Cabo Haitiano, en la costa norte del país, transportando a más de 30 personas. El segundo vuelo, que despegó el jueves, también partió de esta ciudad portuaria e incluyó a algunos estadounidenses que habían viajado desde la capital, Puerto Príncipe, ubicada a seis horas de distancia.

Desde el cierre del aeropuerto más grande de Haití el 4 de marzo, debido a la presencia de pandillas, los vuelos comerciales desde Puerto Príncipe han sido suspendidos. Incluso el ex primer ministro de Haití, Ariel Henry, se vio obligado a quedarse en Puerto Rico debido a esta situación.

En respuesta a la violencia en Haití, la Administración Biden ha respaldado financieramente los esfuerzos de las Naciones Unidas para establecer una fuerza policial multinacional. Sin embargo, este esfuerzo ha enfrentado desafíos logísticos y obstáculos en el Congreso.

Agentes de policía haitianos se despliegan en Puerto Príncipe, Haití, el 9 de marzo de 2024.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha reiterado la importancia de que los ciudadanos estadounidenses abandonen Haití dada la peligrosa situación en el terreno. Aunque el gobierno de Estados Unidos no puede garantizar la evacuación de todos los ciudadanos, se están explorando diferentes opciones para ayudar a los registrados en el Departamento de Estado a salir de Puerto Príncipe y Cabo Haitiano. Además, se han organizado vuelos en helicóptero para transportar a 15 estadounidenses desde Puerto Príncipe a la capital de la República Dominicana, Santo Domingo.

Tanto la Administración Biden como los gobiernos de Florida se han preparado para una posible afluencia de migrantes que huyen de la violencia en Haití. El gobernador Ron DeSantis, republicano por Florida, ha desplegado casi 50 miembros y equipos de la Guardia Nacional en el sur de Florida para hacer frente a esta situación. Además, se ha planteado la posibilidad de utilizar instalaciones militares en la Bahía de Guantánamo para procesar a los migrantes.

Este segundo vuelo de evacuación refleja la urgencia y la gravedad de la crisis en Haití, mientras los ciudadanos estadounidenses luchan por encontrar seguridad y protección en medio del caos. Miami se convierte en el destino de esperanza para aquellos que buscan escapar de la violencia y comenzar una nueva vida.

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