A casi todo el mundo, las fiestas decembrinas una vez pasadas, les pasa factura. Los días libres, las vacaciones, los viajes, los encuentros familiares y con amigos, conduce al consumo no habitual de comidas y bebidas. Ese consumo excesivo es reseñado en un estudio realizado por el New England Journal of Medicina, las personas aumentan entre 500 y 3 kilos en esos días y, en la mayoría de los casos la gente hace muchos esfuerzos por lograr su peso anterior y muchos no lo logran, incluso, los que lo hacen pueden demorar meses en retornar a su habitual peso.

En otro estudio realizado por la Universidad de Copenhague se señala que los niveles de colesterol en las personas se sitúan en un 20 por ciento más luego de las fiestas. Eso tiene que ver a que la gente incrementa la ingesta de comida grasa, lo cual enciende las bombillas de emergencia, porque la elevación del colesterol puede desencadenar en un ataque cardíaco.

“Con un poco de disciplina y ganas es posible recuperar el peso habitual”, comunica John Jairo Bejarano, dietista y profesor de Nutrición Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Se hace necesario distanciarse de los alimentos azucarados, los licores, frituras y aquellas comidas adrezadas a base de azúcares o aceites.  El profesor aconseja estos puntos para poder bajar ese exceso de peso:

  • Actuar con honestidad

No basta con tener buenos propósitos como el querer bajar de peso. Según estudio realizado en la Universidad de Scranton, Pensilvania, tan solo uno de cada diez cumple con ese propósito. Se debe ser realista, la meta no llegará de inmediato y si luego de conseguirla, la persona ingiere carbohidratos o azúcares volverá a ganar peso con mayor facilidad.

  • Comer a horas específicas

Los expertos recomiendan recuperar los horarios de comida previos a las festividades, pues de lo contrario puede haber dos consecuencias: engordar por seguir comiendo cada vez que pueda o dejar de comer creyendo que eso ayudará a adelgazar. Esta última posibilidad en la mayoría de las personas conduce a ralentizar el metabolismo y dificultar la pérdida de peso. “Recomendaría comer cinco veces al día en porciones más pequeñas que las habituales y con la regla máxima de no saltarse las meriendas, pues esta es una oportunidad para acelerar el metabolismo”, dice Bejarano. Hay que cenar entre las 6 de la tarde y las 8 de la noche, ya que es ideal consumir los alimentos al menos dos horas antes de irse a dormir.

  • Aplique el truco del plato pequeño

A causa de que en las horas de sueño el cuerpo está inactivo y no quema calorías, los nutricionistas sugieren que la gente consuma cenas muy livianas. Para tal fin y especialmente rebajar los kilos de las festividades, hay un truco: utilizar un plato más pequeño que el del almuerzo, de tal forma que contenga menores porciones de proteína, carbohidratos y frutas y verduras. Ese plato pequeño debería incluir alimentos como frutas y verduras, una proteína (pollo, pescado, res, cerdo, pavo o queso), y un carbohidrato (pan, arepa, pasta o arroz).

  • Deje las harinas

Para el profesor Bejarano, otra buena forma sería en adherirse a la dieta cetogénica, la cual incluye consumir proteínas y permite algunos vegetales. “Está en furor, pues la persona, al no consumir harinas, estimula el uso de la grasa corporal acumulada y así garantiza la pérdida de peso”, dice. Sin embargo, puede ser peligrosa. Quien la haga debe estar supervisado médicamente de manera permanente, dado que no todo el mundo la asimila igual. En muchos casos tiene efectos perjudiciales para la salud, como hipoglicemia, aumento de triglicéridos y colesterol, estreñimiento, acidez y reflujo.

  • Frutos secos: ¿aliados o enemigos?

Aunque la calidad de la grasa del maní o las almendras, dos frutos secos muy de moda en este momento, es muy buena, según Bejarano estos alimentos tienen muchas calorías y no serían una buena opción en estos momentos. Los recomienda como merienda en una dieta normal, acompañada de actividad física. De consumirlos, es importante fijarse en la porción, pues solo una bolsa de 25 o 30 gramos contiene 120 calorías, aproximadamente.

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