Atlanta (GA), 5 mar (EFE).- El número de menores hospitalizados por intoxicación con opioides ha aumentado a casi el doble en los últimos años, de acuerdo con un reporte publicado hoy por la Asociación Americana de Pediatría (AAP).
“La actual crisis de opiáceos en Estados Unidos está impactando negativamente a los pacientes pediátricos, conforme vemos que aumenta con el tiempo la tasa de hospitalizaciones por la ingestión de opiáceos por parte de los niños”, indica el reporte publicado en el Journal Pediatrics.
De acuerdo con el estudio, se dieron 3.647 hospitalizaciones en niños relacionadas al consumo de opiáceos, en 31 hospitales de Estados Unidos en 2015, en comparación con 797 que se registraron en 2004.
Los menores de entre 12 y 17 años representaron el 61 %, seguidos de los niños de entre 1 y 5 años, con un 34.2 %, y los de 6 a 11 años, con un 4.8 %, según la investigación.
Al menos un 43 % de las hospitalizaciones relacionadas con el consumo de opiáceos requirió tratamiento en una unidad de cuidados intensivos.
De acuerdo con el reporte, entre 2004 y 2015, las admisiones a unidades de cuidados intensivos por ingestión de opioides aumentó en un 35 %.
La tasa de mortalidad descendió de un 2.8 % en el período de 2004 a 2007, a un 1.3 % entre 2012 y 2015.
“Los esfuerzos que se llevan a cabo actualmente para reducir el uso de la prescripción de opiáceos en los adultos no ha limitado la incidencia de la ingestión pediátrica de opiáceos. Se necesitan esfuerzos adicionales para reducir la exposición evitable a opiáceos en niños”, indica la pesquisa.
La pasada semana, el fiscal general, Jeff Sessions, anunció la creación de un equipo especial para combatir la crisis de opioides con énfasis en el abuso de estos productos vendidos con receta médica.
Según recordó el jefe del Departamento de Justicia, el país consume la gran mayoría de la hidrocodona del mundo y más del 80 % de la oxicodona, dos de los opioides más utilizados como analgésicos.
De acuerdo con cifras del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS), más de 64.000 personas murieron en 2016 a causa de sobredosis por drogas, de las cuales cerca de 42.000 fueron a causa de opiáceos, tanto de prescripción médica como los que se distribuyen ilegalmente mezclados con heroína o cocaína, e incluso con metanfetaminas.