Los Ángeles, 22 mar (EFEUSA).- Tras quedarse por fuera del acuerdo presupuestario que lograron hoy republicanos y demócratas, el movimiento para alcanzar la legalización de los “soñadores” está abocado a perder el impulso y la visibilidad ganada en los últimos meses, según algunos expertos.
“Llegado este punto, el momento de los jóvenes soñadores ya se perdió y son muchos factores los que derivaron en este fracaso”, dijo a Efe el profesor Armando Vázquez Ramos, coordinador del Proyecto California México, de la Universidad Estatal de Long Beach.
Vásquez Ramos cree que los “soñadores” (amparados bajo el programa DACA que promulgó el expresidente Barack Obama en 2012) perdieron todo lo construido porque los demócratas no mantuvieron su palabra en enero, cuando el gobierno cerró por falta de la aprobación del presupuesto.
“Ya se venía venir esto”, insiste el catedrático que impulsó los viajes a sus países de origen de estudiantes amparados con DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).
Éstos se habían convertido en uno de los principales escollos en la negociación en las dos cámaras. Las discrepancias incluso paralizaron el gobierno por tres días a principios de año.
Las exigencias de la Administración Trump -y de un sector de los republicanos- de admitir la legalización de los “soñadores” a cambio de fondos para construir un muro entre México y Estados Unidos, así como también una reforma migratoria drástica, debilitaron los argumentos de los demócratas, que habían prometido echar la pelea en nombre de los jóvenes.
El plazo del 5 de marzo dado por el presidente Trump pasó sin pena ni gloria, y aunque centenares de “soñadores” seguían manifestándose en el Capitolio, ya el movimiento estaba golpeado, asegura un investigador y profesor de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), Octavio Pescador.
Pescador explica que la presión “estaba en manos de los demócratas”, ya que los republicanos no tenían nada que perder.
Desde comienzos de año, el catedrático advirtió que el tema sería usado como arma política para las elecciones del próximo noviembre.
“El calculo político y los antecedentes de los demócratas en miras de la elección intermedia no le eran favorables a la lucha de los ‘soñadores’; si en este momento negocian algo con los republicanos sería una victoria para Trump “, señaló Pescador.
Beneficiarios del DACA y activistas son conscientes del freno que enfrentó la campaña para lograr una legalización “limpia”, que no afectara a otros grupos de inmigrantes.
César Vargas, abogado especialista en inmigración amparado por DACA y cofundador de Dream Action Coalition, aseguró a principios de mes que las acciones debían enfocarse en las elecciones de medio término.
Por otra parte, los fallos de varios jueces federales en los que se le ordena al gobierno restablecer el programa mientras se evalúan las querellas legales, también le habría quitado la presión a los congresistas de lograr un acuerdo.
“El Congreso no le puede dejar su trabajo a las cortes; necesitamos que cumplan sus promesas de aprobar una protección permanente”, indica Dulce García, una de las “soñadoras” demandantes en California.
Mark Silverman, miembro del Centro de Recursos Legales para los Inmigrantes (ILRC), coincide con García al augurar que aunque se logre un fallo a favor de los demandantes, el gobierno terminará eliminando el programa.
“Las demandas van en contra de cómo se hizo la cancelación, pero no discuten el derecho que el gobierno tiene para hacerlo; la única solución permanente será una ley que salga del Congreso”, insiste Silverman.
Aunque las culpas del declive de la campaña están repartidas entre los congresistas y la Administración Trump, Vásquez Ramos descarga un chorro de agua fría sobre los jóvenes.
“¿Dónde están los casi 700.000 ‘soñadores’ amparados por DACA, y los dos millones que se beneficiarían?. ¿Por qué no han salido todos al mismo tiempo a protestar? ¿Se dejaron ganar por el miedo?”, pregunta.
El catedrático cree que el impulso de los damnificados se pudo contrarrestar tan fácilmente porque las protestas no fueron masivas, y no hubo un apoyo más allá de las palabras.
“Como los 11 millones de indocumentados deben tomar acción, ahora tendrán que esperar a las elecciones y esperemos que puedan unirse y crear una verdadera fuerza”, vislumbró el catedrático.
La Cámara de Representantes aprobó hoy una ley presupuestaria de 1,3 billones de dólares que incluye una cantidad menor de fondos para el muro que la que había pedido el presidente, Donald Trump, y que no contiene ningún tipo de solución para los “soñadores”.

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