La tormenta tropical Hilary ha abandonado California y se ha degradado a depresión tropical mientras avanza hacia el noreste de Estados Unidos. Durante su paso por una zona densamente poblada, ha dejado cantidades récord de lluvia, derribado árboles, causado deslizamientos de tierra, interrumpido el suministro eléctrico y suspendido las clases de medio millón de niños en Los Ángeles. Hasta el momento, no se han reportado víctimas mortales. La depresión tropical afectará este lunes al estado de Nevada, donde se esperan “lluvias históricas” y posibles inundaciones rápidas que podrían poner en peligro la vida, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH). Esta será la primera vez en la historia que una tormenta tropical llega al estado de Las Vegas.
A las 08:00 a. m. (hora local del Pacífico estadounidense), el centro de la tormenta se encontraba en el Bosque Humboldt, en la frontera entre Nevada e Idaho. La depresión tropical se desplaza hacia el noreste a una velocidad de 39 kilómetros por hora, la cual se mantendrá hasta que se disipe por completo, lo cual se espera que ocurra esta tarde. Hilary todavía genera fuertes vientos de hasta 55 kilómetros por hora, los cuales pueden afectar el centro y norte de Nevada, el oeste de Utah, el sur de Idaho y el suroeste de Montana. El domingo por la mañana, Hilary provocó ráfagas de viento de hasta 135 kilómetros por hora en Black Mountain, al norte de San Diego.
Grace Garner, alcaldesa de Palm Springs, informó este lunes que la ciudad (ubicada a 160 kilómetros al este de Los Ángeles) tenía cerradas todas sus vías de acceso excepto una. “Ha sido un gran impacto, en todo el Valle de Coachella, las carreteras están bloqueadas, incluyendo la autopista estatal. El proceso de limpieza llevará tiempo”, afirmó Garner a la cadena MSNBC. Los empleados municipales están evaluando los daños en una de las ciudades más afectadas. En la noche del domingo, los residentes de la zona informaron que el servicio telefónico de emergencia 911 estaba caído, pero fue restablecido en la mañana de este lunes.
El efecto más notable de Hilary durante su paso por el sur de California fueron las lluvias moderadas y fuertes. Según el Servicio Meteorológico, la tormenta ha batido prácticamente todos los récords diarios de lluvia registrados en la zona. En las montañas de San Jacinto, ubicadas a 170 kilómetros al sureste de Los Ángeles, se registraron lluvias torrenciales que dejaron 11 pulgadas de precipitación entre el viernes y la mañana del lunes, la mitad de su promedio anual. En el centro de Los Ángeles, por ejemplo, los pluviómetros registraron en las últimas 48 horas la mitad de la lluvia que cayó en la zona durante las temporadas 2020-2021 y 2021-2022.
Los bomberos de Los Ángeles atendieron más de 4.000 llamadas de auxilio el domingo y respondieron a 1.800 incidentes, según Kristin Crowley, jefa del Departamento de Bomberos de la ciudad. En una conferencia de prensa realizada este lunes, Crowley afirmó que la caída de árboles provocó interrupciones en el suministro eléctrico. Southern California Edison, la compañía encargada de la red eléctrica, informó esta mañana que estaban trabajando en la restauración del servicio y que se restablecería por completo a lo largo del lunes. Se estima que Hilary dejó sin luz a alrededor de 20.000 usuarios hasta esta mañana, de los cuales 4.000 estaban en Los Ángeles. Las autoridades locales han levantado la alerta en la región, la cual está habitada por más de 10 millones de personas.
La gran cantidad de agua provocó inundaciones y deslizamientos de tierra en partes del condado de Los Ángeles, Ventura y el Valle delAntílope, al norte de Los Ángeles. Los servicios de emergencia cerraron el domingo una autopista que atraviesa dicho valle debido a que el flujo de agua, cargado de escombros, representaba un riesgo para los conductores.
Alberto Carvalho, superintendente del distrito escolar de Los Ángeles, anunció que los estudiantes del área metropolitana podrán regresar a clases este martes. Hilary obligó a las autoridades escolares a suspender las clases de aproximadamente medio millón de estudiantes, ya que no hubo tiempo suficiente para evaluar si la tormenta había causado daños en algunas escuelas públicas. Carvalho informó este lunes a la cadena CNN que las condiciones de los planteles “son muy buenas”. Alrededor de 30 escuelas (de más de 700) quedaron sin servicio de telefonía e internet, pero se ha dado luz verde para que todo vuelva a la normalidad.