El presidente Donald Trump ha sido trasladado al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, en Bethesda, Maryland, este viernes 2 de octubre de 2020 en un helicóptero Marine One después de dar positivo por COVID-19.

El presidente Trump presentaba estado febril y se sentía fatigado al momento de ser trasladado hacia el hospital militar donde recibiría tratamiento por COVID-19. Simultáneamente, personal cercano a él, de sus asesores y aliados, también presentaban síntomas del virus.

El sábado pasado, tras un evento en que se presentó al candidato del presidente a la Corte Suprema, sucedió que algunos asistentes manifestaron que dieron positivo por el virus.

El informe presidencial anunció que la permanencia del presidente Trump de “unos días” en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed es por precaución y que se mantendrá trabajando desde la suite presidencial del hospital, la cual se encuentra completamente acondicionada para que pueda atender sus deberes oficiales.

El presidente Trump al momento de salir de la Casa Blanca el viernes por la noche llevaba una máscara y saludo con el pulgar a los periodistas, pero no pronunció ninguna palabra antes de abordar el Marine One.

En un video grabado antes de partir hacia Walter Reed, Trump dijo: “Creo que lo estoy haciendo muy bien, pero vamos a asegurarnos de que las cosas funcionen”.

¡Me va bien, creo! Gracias a todos. ¡¡¡Los amo!!!” escribió en su primer tweet desde el hospital el viernes por la noche.

Trump confesó haber dado positivo en un tweet que realizó a la 1 am del viernes, después algún tiempo de volver de una recaudación de fondos el jueves por la tarde

Su esposa, la primera dama Melania Trump también dio positivo y comunicó tener solo síntomas leves. Se presume que se mantiene aislada en la Casa Blanca.

Corren tiempos muy agitados en Washington y el mundo cuando se presenta el diagnóstico del presidente Trump, con el país debatiéndose en una acalorada elección presidencial y la pandemia cobrando un alto precio humano y económico por otro lado. La agenda de campaña del presidente Trump fue suspendida incluyendo la fecha del próximo debate con el candidato demócrata Joe Biden, que estaba programado para el próximo 15 de este mes

A lo largo del año el presidente Trump ha hecho esfuerzos por convencer a los habitantes estadounidenses de que lo peor de la pandemia ya pasó y, minimizó siempre las preocupaciones sobre ser personalmente vulnerable. Por lo general, ha rechazado cumplir con las reglas básicas de salud pública, incluyendo las emitidas por su propia administración, como el cubrirse la cara en público y practicar el distanciamiento social. Hasta dar positivo, siguió realizando manifestaciones de campaña sin esas reglas básicas.

La Casa Blanca está intentando proseguir con una atmósfera de negocios sin alteraciones.

“El presidente Trump permanece de buen humor, tiene síntomas leves y ha estado trabajando durante todo el día”, dijo la secretaria de prensa Kayleigh McEnany. “Por precaución y por recomendación de su médico y expertos médicos, el presidente trabajará desde las oficinas presidenciales en Walter Reed durante los próximos días”.

El médico del presidente dijo en un memorando que Trump se le ha aplicado una dosis de una nueva combinación de anticuerpos experimentales de Regeneron, lo que aún se encuentra en ensayos clínicos. Por otro lado, el comandante de la Armada, Dr. Sean Conley, dijo que Trump “sigue fatigado, pero de buen humor”. Mientras que un equipo de expertos estaba evaluando constantemente al presidente y a la primera dama con respecto a los próximos pasos.

El viernes por la noche, Conley emitió una actualización que decía que Trump “está muy bien” y que “no necesita oxígeno suplementario”. Pero dijo que “en consulta con especialistas hemos elegido iniciar la terapia con remdesivir”, un medicamento antiviral.

La primera dama, que tiene 50 años, tiene “tos leve y dolor de cabeza”, informó Conley, y el resto de la primera familia, incluido el hijo de los Trump, Barron, que vive en la Casa Blanca, dio negativo.

Trump tiene 74 años y es clínicamente obeso, lo que lo pone en mayor riesgo de sufrir complicaciones graves por un virus que ha infectado a más de 7 millones de personas en todo el país.

La mayoría de los altos funcionarios de la Casa Blanca y de la administración se están sometiendo a pruebas de descarte, pero posiblemente que no se sepa la escala total del brote hasta pasado algún tiempo, ya que pueden pasar días hasta que ese tipo de infección sea detectable mediante una prueba. Los funcionarios de la Unidad Médica de la Casa Blanca estaban rastreando los contactos del presidente.

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