Los mandatarios de la OTAN alcanzan pese a puntos opuestos firman una declaración conjunta, comprometiéndose a luchar contra “cualquier tipo de terrorismo”

La secretaría General de la OTAN, a nombre de su cecretario, Jens Stoltenberg, informó al término de la cumbre por el 70º aniversario de la Alianza de que los presidentes de los países integrantes sellaron una declaración conjunta en donde se fijan los retos militares a los que se enfrentan. Menciona Stoltenberg, que los aliados reconocen por primera vez la amenaza que representa el desarrollo militar y tecnológico de China. Stoltenberg resta importancia a las disensiones entre los socios de la Alianza Atlántica —”los desacuerdos siempre generan más atención que los acuerdos”, ha manifestado— y resalta el valor los acuerdos: se ha actualizado la protección que brinda la OTAN a los países bálticos y se ha abierto un proceso de reflexión para afinar la estrategia política de la organización en el futuro próximo.

El secretario general se reunió anoche con el mandatario turco Recep Tayyip Erdogan. Turquía y su ataque en el norte de Siria contra las milicias kurdas fue uno de los temas álgidos que han antecedido a la cumbre. El ex primer ministro noruego informó de que los aliados no han puesto a discusión sobre cómo habría que etiquetar a estas milicias, a las que Ankara llama de terroristas. La declaración conjunta sólo afirma que “el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones sigue siendo una amenaza permanente para todos”.

Sale de esta última cumbre de la OTAN, además, un respaldo, sin mucha especificación, de los planes por proteger a los países bálticos, teniendo en cuenta su proximidad de Rusia. El apoyo corría con la posibilidad de ser vetado por el presidente turco si la OTAN no atribuía de “terroristas” a las milicias turcas. La brecha entre Ankara y el resto de aliados proviene además de la reciente compra de Turquía de material militar ruso (los sistemas de defensa antimisiles S-400). Stoltenberg afirmó que estos sistemas nunca podrían formar parte de la defensa de la Alianza.

Refiriéndose a los compromisos en el gasto que asumían los aliados en la defensa conjunta, tema caliente puesto en la mesa por el presidente  Donald Trump, la declaración final de la cumbre indica que se está destinando en “nuevas capacidades” y contribuyendo “con más fuerzas a misiones y operaciones”. El gasto no estadounidense, según el texto del comunicado final, se ha incrementado en los últimos cinco años y se ha invertido alrededor de 130.000 millones de dólares más en defensa.

Cumple la OTAN 70 años envuelta en una discordancia de voces. En momentos a los festejos en Londres, Trump acometió contra Francia y señaló de “insultantes” los comentarios de su homólogo, Emmanuel Macron, sobre el estado de “muerte cerebral” de la OTAN. Sin embargo, los dos presidentes bajaron posteriormente el tono en una inusual comparecencia. Las duras críticas de Macron sobre la Alianza han enardecido este martes a Trump, que hasta hace poco era quien más cuestionaba la organización. El presidente norteamerica calificó de “insultantes” las declaraciones de Macron.

“Fue muy insultante (…) una declaración muy, muy desagradable para los 28 países aliados”, lamentó Trump ante la prensa, acompañado de Stoltenberg. El líder estadounidense quiso devolver el golpe a Macron aludiendo a que “Francia no va bien en absoluto desde el punto de vista económico” y recordando la crisis de los chalecos amarillos. “No se puede ir por ahí haciendo declaraciones de este tipo sobre la OTAN. Es muy irrespetuoso”, zanjó.

El mandatario francés con sus declaraciones suscitaba recelos en la cúpula de la Alianza.

Pragmatismo

Claros por el efecto de esa colisión, Trump y Macron decidieron comparecer juntos en la tarde del martes y a las preguntas de la prensa. Ninguno de los dos se desdijo, pero tanto su lenguaje gestual como sus argumentos revelaron un pragmatismo mayor que el mostrado hasta ese momento.

Previo al viaje a Londres del presidente Trump, Washington advirtió a Francia con imponer aranceles del 100% sobre bienes franceses como respuesta a la tasa digital francesa contra las grandes tecnológicas. Trump considera este gravamen discriminatorio hacia las empresas estadounidenses (la mayoría de los gigantes de Internet están radicados en EE UU).

Mucho más comedido, el líder de la OTAN se limitó a señalar su desacuerdo con Macron respecto a la salud de la organización y a enfatizar: “Nunca deberíamos cuestionar la unidad ni la defensa mutua”. Durante su intervención en un foro de expertos en seguridad, Stoltenberg avanzó que el encuentro de este miércoles servirá para “abrir una reflexión sobre cómo reforzar la dimensión política de la OTAN”.

Sin la vehemencia de Macron, otros líderes sugieren la necesidad de reformar una organización que nació en 1949 como bloque disuasorio para Rusia y que hoy debe hacer frente a otros muchos retos. “No creo que se pueda sobrevivir 70 años como alianza sin reflexionar de manera regular”, deslizó el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

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