Incluso antes de su condena, la ex congresista Corrine Brown dejó en claro que está luchando hasta el final.

En una jugada final, Brown solicitó la ayuda del ex defensor público federal, William Kent, luego de que un juez rechazara la solicitud de Brown de permanecer fuera de la cárcel durante su apelación planificada.

“En los últimos años ha manejado la mayor parte del trabajo de apelación estatal y federal, por supuesto, ella necesita un buen abogado de apelaciones”, dijo Curtis Fallgatter, un ex fiscal federal que conoce a Kent.

La firma es Kent y McFarland es una práctica de derecho de apelación de boutique. Kent rechazó una entrevista.

“… mi práctica es no comentar a los medios sobre clientes o sus casos”, escribió Kent.

Kent ha estado en práctica desde 1978. El servicio de calificación de abogados, Martindale-Hubbell, le da una calificación de cinco. El otro servicio de clasificación AVVO le da una calificación de 7.9.

Kent fue nombrado Super Abogado de Florida cinco veces entre 2012 y 2013, 2015, 2016 y 2017.

Fallgatter dijo que con el impresionante historial de Kent, pedirle a los tribunales que anulen la orden de negar el vínculo con la ex congresista es una lucha cuesta arriba.

“De nuevo, creo que el atractivo no va a ir a ninguna parte, por lo que tendrá que comenzar a cumplir su sentencia”, dijo.

Fallgatter, ahora en la práctica privada, dijo que el mayor obstáculo para Kent será que la convicción sea revocada.

“El abogado de apelaciones solo puede tratar los asuntos que se plantearon a continuación y que forman parte del registro”, dijo.

Fallgatter dijo que el fundamento de la apelación por la condena de Brown es un asunto único: el despido del Jurado 13 que dijo que estaba siendo instruido por el Espíritu Santo. Ya fue rechazado por el juez de primera instancia en movimiento para un nuevo juicio.

“Un único problema en la apelación siempre es incierto”, dijo. “Te gustaría pensar que tienes dos o tres problemas que merecerían un argumento de apelación”.

También dijo que la cruda realidad es que una condena anulada en el Onceno Circuito del Tribunal de Apelaciones no ocurra con demasiada frecuencia.

“El Undécimo circuito solo revierte del 2 al 3 por ciento de los casos en general”, dijo.

Brown fue declarado culpable de 18 cargos por delitos graves y sentenciado a cinco años de prisión.