Las posiciones pediátricas vienen advirtiendo sobre la utilización de los dispositivos móviles en los infantes, haciendo hincapié en los bebés. Manifiestan su preocupación porque la mayoría de los padres no lo saben, pero, esa “golosina electrónica” puede producir problemas de aprendizaje y psicomotricidad.

 

Se viene incrementando día a día las preocupaciones de los padres por la excesiva utilización de los dispositivos electrónicos que realizan sus niños.  Se repiten las preguntas de los padres acerca de los tiempos de exposición a las pantallas, uso de los juegos y redes sociales y sobre todo, cuál es la edad apropiada para comprar un celular o acerca de los permisos para abrir una cuenta en las redes, Facebook, Instagram, Whatsapp…

Nuevos estudios revelan que los niños y jóvenes se exponen a un promedio de 4 veces más a la recomendada a Internet, lo que trae como consecuencia, amenazas a su salud.  Se indica, además, que algunos casos muestran una exposición media es de 45 días a la semana. ¡Muy preocupante por que es cercana a la jornada laboral o escolar!

Relatan los padres situaciones como: -Le di mi celular para que se quedara tranquilo-; -Tenía mi hijo dificultades para relacionarse, ahora tiene amigos gracias a Whatsapp y Facebook-; -A mi hija le dan rabietas si le quito el celular y empieza a molestar y termino dándosela nuevamente-; -Es mi hijo, un niño autista, el uso de las plataformas le ha permitido mejorar su capacidad intuitiva de su funcionamiento cognitivo y sus posibilidades comunicacionales-

Bien puede verse que no es posible tener una única respuesta para cada una de ellas.

La Organización Mundial para la Salud, luego de investigaciones en España, Estados Unidos, Canadá y Japón, alertan sobre las consecuencias del uso abusivo de smartphones y tablets.

Una interrogante importante que debe hacerse es, qué hacen los chicos cuando están en Internet: Una encuesta en TELAM sitúa al “chat” como la actividad que ocupa el 80% de navegación.

Se está viviendo en un mundo muy acelerado y es el celular el nuevo dulce, pero, se crea una dicción, debido a que la exposición de imágenes en los videos de You Tube, por ejemplo, motiva a que el niño se vea sobre estimulado y atraído.

Es necesario estar conscientes en que puede haber trastornos del habla o específicos del lenguaje en niños de 4 o 5 años (acompañándolos en toda su infancia), ya que la imagen no tiene palabra que acompañe el proceso de aprendizaje, es tal la velocidad que no aparece el proceso adecuado.

No puede negarse que la tecnología está aquí y está para quedarse y los habitantes del planeta más jóvenes llegaron a un mundo digital que para los adultos aún es ajeno, pero, hay que tomar muy en serio acerca de las consecuencias del exceso:

  1. Contracturas cervicales, calambres en brazos y manos, irritación ocular y déficit visual por la sobreexposición.
  2. Insomnio y falta de descanso por el uso de dispositivos en la noche que luego derivan en dificultades en la atención y baja en el rendimiento escolar. La falta de descanso nocturno afecta la función de la memoria.
  3. La disminución de actividad física y de exposición al sol han provocado un creciente aumento de trastornos del peso y de metabolización de la vitamina D.
  4. En muchas ocasiones empobrecimiento del tipo de juego que hacen los niños y retraso en la motricidad fina. La sobrestimulación de imágenes y sonidos trae una disminución de la función creativa del juego. Los niños prefieren ver e interactuar con el mundo digital en vez de crear escenarios en el mundo real. La reducción de la manipulación de objetos afecta la motricidad.
  5. Se prioriza el intercambio online con los pares (por sobre la interacción en presencia) lo cual dificulta la adquisición de habilidades comunicacionales y sociales y de resolución de conflictos. Un conflicto online se soluciona “en un click” borrando a alguien como contacto o bloqueándolo.

Estos son problemas más habituales y en lo que es importante intervenir. No debe olvidarse que a mayor tiempo de exposición sin el cuidado adulto los niños y jóvenes pueden ser más vulnerables a la atracción o engaños con identidades falsas por adultos con intensiones abusivas. Por todo ello, nuestra recomendación a la supervisión adulta constante y no darle el celular a niños menores de 2 años, limitar a no más de una hora diaria la interacción digital en niños de 3 a 5 años y de 6 a 17 años no superar las dos horas diarias.

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