Page 40 - 72 Mayo Jacksonville
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Comunidad

                                                 A pesar de su formación académica
                                               —que  incluye  estudios  en  Francia  y
                                               una  maestría en  inglés—,  Elia dejó  a
                                               un lado sus aspiraciones universitarias
                                               por  apoyar  el  ministerio  familiar.  Años
                                               después, oró con insistencia para que
                                               sus estudios  fueran reconocidos. En
                                               2024, recibió una beca que le permitió
                                               obtener su doctorado en Ministerio
                                               Especializado  en Educación. “Dios lo
                                               hizo a su tiempo”, afirma.
                                                 Hoy, su iglesia en Jacksonville es
                                               un  espacio bilingüe,  inclusivo  y con
                                               un  fuerte compromiso comunitario.
                                               Desde ferias cristianas hasta programas
                                               de ayuda social, Elia sigue siendo esa
                                               figura  que  guía  con  ternura,  predica
                                               con fuerza y cuida con alegría. Porque
                                               en el corazón de cada oración y cada
                                               decisión, hay una  madre que  también
         organizaba, enseñaba  y  cuidaba. Lo   siembra esperanza.
         hacía sin  títulos  visibles, pero con un
         liderazgo firme. Cuando él enfermó tras
         varios derrames cerebrales, fue ella quien
         tomó las riendas por completo. En 2014,
         asumió  oficialmente  el  pastorado,  una
         decisión que  no  todos comprendieron
         de inmediato. Algunos fieles —hombres
         y mujeres  por igual—  nunca  habían
         tenido  una  mujer como pastora. “Tomó
         años”, dice Elia. Años de constancia, de
         escucha, de mostrar con acciones  que
         Dios no se equivoca al llamar.

            Pero su misión no solo ha sido
         espiritual.  También  ha  sido madre,  en
         el más amplio y amoroso sentido  de  la
         palabra.  Tiene  tres  hijos que  han  sido
         testigos y herederos de su fe y entrega:
         Laurita; Eliane, quien  es  madre de  dos
         niños;  y Jan  Pascal, músico, escritor  y
         compañero cercano en  el ministerio.
         “Mi mayor deseo es que mis hijos sigan
         buscando  de  Dios  y que  prosperen  en
         todo lo que hagan”, dice con la ternura
         de quien ha sembrado con paciencia.
            Elia  acompañó a cada  uno en sus
         caminos, los sostuvo en momentos
         difíciles  y les enseñó con el ejemplo
         que servir no es una obligación,  sino
         una alegría. Para ella, ser madre ha sido
         una  extensión  natural de  su  llamado:
         escuchar, guiar, levantar, soltar. Y también
         esperar.

            Dios no se equivoca
             al llamar, aunque a

             veces las personas
           tarden en entenderlo.




     40 Qué taltal
     40 Qué      JACKSONVILLE
                 JACKSONVILLE
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