Page 36 - 72 Mayo Jacksonville
P. 36
Comunidad
Silvia
Almond
La lucha incansable
contra la trata de personas
esde muy joven, Silvia años. En su trayectoria, ha viajado a más pueden estudiar. Mi labor es educar,
Almond aprendió el de 10 países, llevando ayuda y esperanza empoderar y guiar para que salgan
valor del servicio y la a personas en situaciones de extrema adelante”, enfatiza. Su compromiso la
empatía. Nacida y criada pobreza. Entre sus recuerdos más ha llevado a organizar ferias de salud,
en Ecuador, creció en un impactantes, Silvia menciona su visita eventos comunitarios y talleres de
entorno privilegiado, con a un campamento de refugiados como prevención de violencia doméstica y trata
acceso a comodidades embajadora de una ONG en colaboración de personas.
Dque pocos podían con Naciones Unidas. A lo largo de su trayectoria, ha
disfrutar. Sin embargo, su padre siempre recibido múltiples reconocimientos de
le inculcó la importancia de compartir “Fue una experiencia que me cambió instituciones locales y nacionales. Sin
con quienes más lo necesitaban. “Mi la vida. La pobreza que vi ahí no se embargo, Silvia resta importancia a
papá siempre nos enseñó a ayudar. compara con nada. Ver cómo viven, el estos galardones. “No lo hago por los
Crecí con una nana, pero siempre me dolor y la esperanza que tienen me hizo premios. Prefiero el anonimato, pero
inculcaron el valor de compartir, de servir entender el verdadero significado de la estoy agradecida porque eso significa
a los demás”, recuerda con gratitud. Esa resiliencia”, relata con un tono de voz que alguien está observando y valorando
semilla sembrada en su infancia germinó pausado. el trabajo”, confiesa con humildad.
con fuerza y la llevó a dedicar su vida al Una de las causas que más la han
trabajo comunitario y misionero. movilizado es la lucha contra la trata de Para Silvia, la educación es la clave
A los 17 años, Silvia inició su camino personas. Su primer encuentro con esta para transformar vidas y romper ciclos
como misionera, recorriendo diversas problemática ocurrió en Perú, en la selva, de pobreza y violencia. “Mi sueño es que
comunidades en su país. Esa vocación donde un grafiti que leía “No trafiquen las familias hispanas entiendan que aquí
por servir la acompañó cuando emigró a nuestras niñas” quedó grabado en su pueden crecer, que sus hijos pueden
a Estados Unidos a los 22 años, en memoria. Desde entonces, ha dedicado tener un futuro mejor. Quiero enfocarme
compañía de su exesposo, un misionero su vida a combatir este flagelo, creando más en la juventud, porque ellos son el
americano a quien conoció en una de conciencia sobre el tema y brindando futuro”, concluye.
sus misiones en Ecuador. apoyo a las víctimas.
Llegar a Pensilvania marcó el inicio Silvia Almond sigue caminando
de una nueva etapa. Lejos de su familia “La trata de personas antes solo se por los senderos de la solidaridad,
y su tierra natal, encontró en la ayuda llamaba prostitución. Ahora se entiende tendiendo puentes entre comunidades y
a los migrantes una razón para seguir lo que realmente es. Yo empecé a demostrando que la fe y el compromiso
adelante. “Decidí quedarme y seguir investigar y a preguntar, y me di cuenta de pueden transformar realidades.
haciendo misiones. El Señor siempre que había mucho por hacer en nuestros
ha bendecido mi vida y me ha permitido países y aquí en Estados Unidos”, explica.
continuar con mi trabajo”, comenta Silvia, En Florida, Silvia ha extendido su “La clave para transformar
cuyo rostro se ilumina al hablar de sus labor al trabajo con familias migrantes, vidas es la educación. Sin
experiencias. orientándolas sobre sus derechos, la
Su compromiso con las comunidades importancia de conocer las leyes y la educación, no podemos
hispanas y vulnerables la llevó a fundar necesidad de integrarse a la comunidad.
una organización sin ánimo de lucro “Muchos hispanos llegan aquí y no romper los ciclos de
enfocada en misiones humanitarias, un entienden el sistema, no saben que pobreza y violencia”.
proyecto que ha liderado por más de 33 pueden tener ayuda legal, que sus hijos
36 Qué tal
36 Qué tal JACKSONVILLE
JACKSONVILLE