Washington, 6 feb (EFEUSA).- Los líderes del Senado, el de la mayoría republicana, Mitch McConnell, y el de la minoría demócrata, Chuck Schumer, están cerca de un acuerdo presupuestario de dos años que evitaría el cierre del gobierno esta semana, anunció hoy el propio Schumer.
El acuerdo establecería niveles de gasto para los años fiscales 2018 y 2019 y evitaría así la perspectiva de un cierre del gobierno cuando expire el gasto provisional actual el jueves.
“Aún quedan algunos asuntos por resolver, pero estamos más cerca de un acuerdo que nunca”, dijo Schumer en el pleno del Senado.
Por su parte, la Cámara de Representantes tiene previsto para hoy una votación sobre un presupuesto temporal hasta el 23 de marzo, que contiene un año de financiación para el Pentágono, pero no parece contar con el beneplácito de la Cámara Alta.
Si los líderes del Senado no logran finalizar el trato en las próximas horas, McConnell podría enmendar la resolución de la Cámara con una opción alternativa para mantener abiertas las agencias federales.
De cualquier manera, los líderes no esperan que se incurra en otro cierre administrativo como ocurrió hace dos semanas.
“No hay interés por continuar ese tipo de enfoque. Sinceramente, espero no volver a enfrentarnos eso nunca más”, dijo el senador demócrata Dick Durbin.
Asimismo, se espera que el debate migratorio, que causó el cierre parcial de la Administración durante tres días en enero, comience en el Senado tan pronto como esta semana, después de que se apruebe el tema de los fondos federales.
McConnell aún no ha anunciado los detalles de la ley de inmigración, aunque la Casa Blanca ha marcado unas directrices muy claras para aceptar cualquier propuesta al respecto.
La reforma migratoria planteada por la Casa Blanca permitiría acceder a la ciudadanía a 1,8 millones de indocumentados que llegaron a EEUU de niños a cambio de 25.000 millones de dólares para construir el muro en la frontera con México y reforzar la seguridad fronteriza.
La cifra de 1,8 millones de inmigrantes es superior a los 690.000 jóvenes conocidos como “soñadores” o “dreamers” que actualmente pueden trabajar y están protegidos de la deportación por el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), cuya vigencia expira en marzo por orden del presidente, Donald Trump.
El mandatario, además, pide el fin de la llamada “lotería de visados para la diversidad”, que asigna aleatoriamente hasta 50.000 de ellos al año para los ciudadanos de naciones que tradicionalmente tienen bajas tasas de migración a EEUU, sobre todo los países africanos.
Los demócratas, sin embargo, no ven con buenos ojos el planteamiento del multimillonario, y buscan una solución que satisfaga a las dos partes para desatascar el problema presupuestario.

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